Como ganado. Los jugadores del Llacuabamba tuvieron que dejar el estadio en el camión que la Policía usó para llevar los caballos.

La Copa Perú de fútbol escribió una nueva página de violencia, luego que los hinchas del Deportivo Garcilaso del Cusco no toleraron que su equipo quedara eliminado de la final a manos del Deportivo Llacuabamba y lograron ingresar a la cancha, para golpear a los árbitros y a los futbolistas visitantes. La policía tardó en reaccionar, para luego actuar con bastonazos y patadas. Fue una batalla campal que incluyó escenas increíbles, mientras los referís corrían y los futbolistas de Deportivo Llacuabamba buscaban la manera de defenderse y correr hacia los vestuarios.

La policía tuvo un duro trabajo para controlar a los violentos hinchas cusqueños, pero las agresiones continuaron en los exteriores del estadio donde apedrearon el ómnibus del equipo visitante, por lo que la policía recomendó abandonar el lugar en un camión donde se transportaba a los caballos que custodiaron el orden espectáculo.