Ideal. La selección de Inglaterra dejó un manual de conversión de goles con pelota parada. Un argumento que pesó y mucho en Rusia 2018.

La pelota parada ha sido la gran protagonista en lo que va del Mundial, y después de que en la fase de grupos se convirtieran más goles que en cualquier otra Copa en la historia con este tipo de jugadas, la tendencia se mantuvo en cuartos de final, con cinco de los 11 goles de esa fase marcados por esta vía.

Un 42 por ciento de los goles marcados en el Mundial fueron de pelota parada o penal, superando el récord de 36 por ciento del torneo de 1998 y dejando atrás con creces las marcas de 2014 (27 por ciento), 2010 (24 por ciento ), 2002 (29 por ciento) y 1994 (33 por ciento).

Esta tendencia ha impulsado el desempeño de equipos que tradicionalmente no tienen éxito en las Copas del Mundo.

El local Rusia, el equipo con el ranking más bajo de la FIFA entre los 32 participantes, marcó cinco de sus 11 goles en jugadas preparadas en la campaña que lo llevó a los cuartos de final, la mejor actuación desde 1970. En octavos, avanzó tras superar a España en la definición por penales.

Inglaterra, por su parte, llegó a las semifinales por primera vez en 28 años con la ayuda de ocho goles nacidos en jugadas de pelota quieta, más que cualquier otro equipo en el torneo, incluyendo tres penales.

El elenco inglés también ganó su primera definición por penales después de tres derrotas en octavos ante Colombia.

Inglaterra ha dependido mucho más de las pelotas quietas que Bélgica y Francia, que han marcado tres goles cada una de esta forma. Croacia, en tanto, solo anotó una vez por esa vía y en otra oportunidad de penal.

La fortaleza del equipo del DT Gareth Southgate en estas jugadas es algo que los croatas tendrán en cuenta de cara al partido por las semifinales.

"Observamos el juego hoy y vimos los buenos que son en situaciones de pelota parada", dijo el capitán Luka Modric. "Tendremos que mejorar en ese aspecto de aquí al miércoles".

"Estuvimos mucho tiempo preparando estas jugadas, sus detalles, todas las formas de anotar y de bloquear un ataque", dijo el centrocampista Ruben Loftus-Cheek. Una faceta que marcó las grandes diferencias en el torneo.

El cuerpo técnico inglés vio en Estados Unidos jugadas de NBA y de NFL.

Raphael Varane abrió el marcador con un cabezazo a la salida de un tiro libre en la victoria 2-0 de Francia sobre Uruguay, mientras que Fernandinho desvió un centro desde una esquina para marcar contra su propia valla en la caída de Brasil 2-1 ante Bélgica. Inglaterra, por su parte, continuó su prolífico uso de la pelota parada para abrir el marcador en el 2-0 sobre Suecia con un cabezazo de Harry Maguire tras un tiro de esquina. El golazo de Denis Cheryshev que abrió el marcador en el empate 2-2 de Rusia contra Croacia fue el único gol inicial de cuartos de final que no nació de una jugada preparada, aunque en ese mismo partido los tantos del croata Domagoj Vida y el ruso Mario Fernandes llegaron en acciones de pelota quieta.

El cabezazo de Fernandes fue el gol número 66 nacido de una jugada preparada de los 157 que se llevan marcados en el Mundial.