La ecuación es imposible que cierre. Sin las fuerzas anímicas necesarias, ni el buen juego que supo tener, a San Martín no le queda otra que aferrarse a un cambio drástico en este panorama, más relacionado a un milagro que a algo lógico. Ayer en Concepción y ante Tiro Federal (el 14to. de las posiciones) no mostró la fuerza que precisa un equipo con aspiraciones de ascenso, sobre todo en la etapa inicial donde la gente mostró todo su disgusto. En lo táctico tampoco aprobó. Se vio un equipo partido al medio desde el primer pitazo de Toia. Con cinco jugadores por un lado y otro tanto por otro. Dividido en dos. Salvo tras el descuento de Sparapani, nunca el equipo se mostró corto y eso, con la inteligencia de los rosarinos para manejar tiempos y espacio, fue letal.

1 "Nos jugamos una final". Esa era la frase que cada uno de los jugadores de San Martín enunciaba en la previa del choque de ayer. Más todavía con el 0-0 de Rafaela del viernes y la ilusión de ganando, regresar otra vez a la zona de Promoción por ascender. Pero el primer tiempo de ayer, fue todo lo contrario a un encuentro decisivo buscando llegar a Primera. Ni en el clásico comienzo frenético del todo local, donde trata de llevarse por delante al rival, San Martín pudo arrinconar a Tiro Federal. Los rosarinos se hicieron un picnic a la espalda de Gallardo, quien no tuvo ayuda y por eso pagó en la marca. El segundo tanto fue un impacto que jamás superó el equipo a lo largo del juego.

2 La decisión de Teté de colocar a Arce de central y así Toranzo ser nuevamente el lateral por la izquierda, no salió. Si bien tanto el Cabezón como el zurdo no tuvieron un rendimiento individual destacable, lo que fracasó fue el sistema. Porque Pereyra nunca le pudo dar una mano a Toranzo en la marca de Castillón. El volante sanjuanino trató de ayudar a Sparapani en la generación de juego y por eso se cerró demasiado. Por el costado opuesto, no hubo mayores diferencias. Belforte también buscó el medio de la cancha para generar juego y si Damiani no sufrió más fue porque los rosarinos atacaron principalmente por el sector izquierdo de la defensa sanjuanina. El desorden quedó más que claro cuando varias veces Penco salió del área para entrar en juego y después tuvo que correr a toda marcha para entrar al área ya que no había otro compañero en la zona de riesgo.

3 La remontada, desordenada pero remontada al fin, del complemento terminó siendo una ilusión. Becerra fue una buena alternativa con su zurda y la habilidad en el mano a mano, pero el equipo jamás fue tal. Se buscó la heroica tras el descuento de Sparapani, aunque Castillon liquidó todo ante un San Martín desbalanceado como toda la tarde. Una versión pobre del equipo de Concepción, que a este paso no hay ilusión que resista.