Regularidad. Francisco Fernández siempre juega bien. Rendidor, efectivo y bajo perfil, el Pachi es clave en Peñarol.

A sus 29 años, Francisco Fernández sabe lo que es la madurez. De aquel zurdo prolijito y prometedor que apareció de la cantera de Sportivo Desamparados pasó mucha historia, muchos clubes y mucho fútbol. Parte del plantel que logró el ascenso a la B Nacional en 2011, el Pachi buscó crecer. Pasó Alianza, pasó Independiente de Formosa, pasaron Unión de San Juan y Andino de La Rioja hasta recalar en Peñarol para la Copa Argentina en 2017. Llegó y no se fue más. Se ganó su lugar y ahora es palabra autorizada para encarar el momento decisivo en esta serie por el ascenso al Federal A. Y claro, lo disfruta y lo analiza.

"Creo que lo mejor que logramos en este proceso es la solidez, como equipo y como grupo. En lo futbolístico, encontramos la línea en defensa que nos permitió mantener el arco en cero y desde ahí apuntalar a los muchachos del medio y de arriba para que jueguen más sueltos. No es casualidad que la formación vaya saliendo de memoria y que podamos repetir en varios partidos consecutivos. Eso habla de la solidez que tenemos. En lo grupal, creo que lo que pasó en San Luis, fundamentalmente, nos terminó de unir. Fue feo el momento pero salimos adelante" remarca Fernández antes de la práctica.

Después, es momento de fútbol y de proyectar lo que será la primera final contra Independiente de Chivilcoy: "Será durísimo. Muy parejo porque por algo ellos llegaron hasta donde están al igual que nosotros. Los hemos visto y tienen buen pie pero más allá del respeto lógico, nosotros potenciamos lo que tenemos. Esto empezó el 10 de diciembre del año pasado y el sacrificio de todos ha sido tremendo. Estamos a 180 minutos del gran objetivo y no podemos equivocarnos. No hay margen de error alguno porque esto se define por los detalles pero Peñarol llegó a esta final con todos los méritos que hacen falta. Es la gran oportunidad que queríamos para hacer historia con esta camiseta y se lo debemos a la gente", cerró.

El ex Sportivo se convirtió en pilar del esquema defensivo de Peñarol. apoblete

El Rojo ofensivo

Sabiendo que será al todo o nada y que la final se empieza a jugar en San Juan pero terminará en Chivilcoy, el técnico Alberto Salvaggio decidió el regreso del delantero Nicolás Slimmens para afrontar el primer choque de la serie del Ascenso 2. La formación del Rojo de Chivilcoy que hoy ya emprenderá el viaje, será con Alan Depotte; Facundo Tumbessi, Alan Aciar, Marcos Benítez y Martín Gallo en defensa; Jonathan Pacheco, Jorge Pereyra, Daniel Olmedo en el medio, Franco Tisera de enlace y Nicolás Slimmens junto a Marcos Salvaggio en el ataque.

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