
Lo que parecía interminable, finalmente se acabó. Pablo Guiñazú, el volante que llegó entre algunas dudas para sacar a Talleres de la B Nacional y terminó enamorando a cada hincha, le puso el punto final a su impecable carrera como jugador profesional a los 40 años. ‘Hoy estoy acá, simplemente para decir un gracias enorme. Es el momento de empezar a ser padre, esposo, hijo, hermano, amigo. Me han sostenido durante 22 años. Es hora de devolver‘, explicó sobre la decisión un emocionado Guiñazú.
