Son esos enfrentamientos que potencian. Que pese a no tener diferencias personales perduran en el tiempo. No en vano durante ante muchos años uno fue la cara del Barcelona y el otro la del Real Madrid. Fue ahí cuando se repartieron premios individuales (Balones de Oro, por citar el caso más importante) y los mejores títulos del continente europeo. Ahora, ya transitan claramente los últimos pasos de sus trayectorias de leyendas y con sus selecciones ratifican que están por encima del resto. Se trata de Lionel Messi, desde ayer con 34 años, y Cristiano Ronaldo, ya de 36 abriles. Ambos disputan los torneos continentales más importantes como son la Copa América en el caso de la Pulga y la Eurocopa para el lusitano que define el título, buscando como es habitual en ellos quedarse con toda la gloria grupal y, también, personal.

Sus edades no han sido un impedimento para seguir marcando diferencias con sus rivales y guiando a sus selecciones. La merma en la velocidad de ambos no es impedimento para estar varios escalones por encima de la media de sus colegas. Lionel en la Copa América fue la figura en los tres partidos que suma la albiceleste. Se dio el gusto de marcar un tanto ante Chile en el debut y ante Paraguay alcanzó a Javier Mascherano con 147 partidos en la Mayor para ser los top en esa arista. Es cuestión de tiempo para que el rosarino lo supere y le saque una buena diferencia seguramente. Un poco más retrasado que en otros viejos buenos tiempos, Messi es el arma fundamental de la selección. Así lo deja en claro todo el tiempo tanto el técnico Scaloni como sus compañeros. Y la Pulga quiere lo que hasta ahora se le negó en su inmensa carrera: un título con la Mayor. "Voy a insistir hasta la última oportunidad. Es lo que me falta y no pienso resignarme nunca. Por eso es que lo seguiré intentando", remarcó en la previa a esta Copa América donde quiere, junto a sus compañeros, arrebatarle el título a los locales.

Del otro lado del planeta y separado a más de 10.000 kilómetros está Cristiano Ronaldo. El portugués es la punta de lanza de Portugal que busca repetir lo hecho en la edición pasada de la Eurocopa cuando se consagró en Francia. CR7, que transita una gran polémica por su desprecio a la Coca Cola tal cual demostró en una conferencia de prensa, le marcó dos goles a los galos para meter a su equipo como uno de los mejores terceros. Ya había anotado por duplicado en el estreno ante Hungría y entonces ahora suma 109 gritos con su selección, igualando la marca del iraní Ali Daei, algo que seguramente podrá superar en cualquier momento. De floja temporada en la Juventus y con su futuro aún indefinido para la siguiente campaña (le queda un año de contrato, pero podría irse antes), el goleador mantiene su físico intacto y la habitual jerarquía lo hacen imparable. Habrá que ver hasta dónde sus compañeros, igual que sucede con Messi, lo acompañan en su objetivo.

Justamente el capitán argentino tendrá que definir post Copa América su continuidad o no en el Barcelona, algo que parece bastante probable. Lo cierto es que los dos buscarán en "Qatar 2022" la gran estrella que les falta en sus curriculum vitae dignos de leyendas.