"¿Saben por qué ganamos? Porque cuando tenemos la chance no la dejamos pasar. Tenemos ese instinto asesino que poseen los grandes equipos". Era el final de la década del ’90 y el que daba la receta para entender tanto éxito de su Chicago Bulls era un tal Michael Jordan. El mejor basquetbolista de todos los tiempos seguramente ni conoce San Juan y mucho menos San Martín, pero su revelación le cabe justa a este Verdinegro puntero cómodo del torneo cuando van 15 fechas de la temporada que todos sus integrantes sueñan termine en regreso a Primera. Anoche, en Rosario, volvió a demostrar lo inteligente que es para un práctico y poco brilloso 2-0 sobre Tiro Federal. Con dos de sus puntales como goleadores, Penco y Sánchez, para sumar la quinta victoria en fila, algo inédito desde que se cambió el formato del torneo hace seis años y así quedar a uno del récord de seis alegrías en fila. Para no recibir goles en nada menos que 479 minutos. Pero sobre todo para sacar ocho puntos de ventaja sobre Unión y Olimpo, sus escoltas, que enciman se cruzan pasado mañana en Santa Fe.
San Martín largó tranquilo. Dejando hacer el gasto al local. Esperando un error para hacérselo pagar caro y refugiado en ese cerco que planta delante de Pocrnjic. Le dio pelota y terreno al Tigre. Lo esperó en tres cuartos propios y aguardó el momento de meter la mano a fondo. A los 11′ avisó el Chivato Cuevas con una volea de zurda que no terminó en gol, pero que desnudó que atrás los rosarinos eran endebles. Y Penco a los 15′ fue el que dejó al desnudo esas falencias. Un córner de Becerra derivó en el cabezazo para bajarla de Toranzo, quien habilitó al nueve para que éste marcara su sexto alarido en la temporada. No sin antes haberle dado una clase de oficio de cómo pelear un balón en el área al joven defensor de 17 años, Juan Casarini. Con la ventaja en el marcador y ante un Tiro todavía más tenso, el Verdinegro optó por el rol de contragolpeador. Aunque haberse metido demasiado atrás en la recta final del parcial le valieron un par de sustos. Primero con una diagonal veloz de Castillón, quien sacó un derechazo que terminó apenas desviado. Y segundo cuando en el final Armani metió el frentazo y la pelota se tuteó con el palo izquierdo del ‘uno’ sanjuanino.
No cambió el panorama en el complemento. La síntesis perfecta del encuentro pasó en un minuto. A los 14′ Menicocci la tuvo ante Pocrnjic, pero el arquero le tapó el remate justo cuando era el empate. Al toque un centro llovido de Becerra, que tuvo la escasa reacción del arquero Cárdenas, trajo el cabezazo de Sánchez para el segundo tanto. Chau partido. El resto estuvo demás.
San Martín lo hace ver fácil. Tiene esa virtud. Su oficio, experiencia y seguridad lo llevan a mil rumbo al sueño de volver.
