El pelotón y la gente. Imagen tradicional de la Autopista que ha sido testigo de la definición de la carrera.

 

La última etapa de la 36ta Vuelta a San Juan, como ocurrió en todas las últimas ediciones de la carrera, se desarrollará en el anillo de la Avenida de Circunvalación. En los 16,3 kilómetros del circuito rutero más lindo de la Argentina, como orgullosamente lo gritan a los cuatro vientos todos los fanáticos del ciclismo local, se cumplirá con el cometido de cerrar otra edición de la carrera más emblemática que tiene el calendario de la Federación Ciclista Sanjuanina.

Todo parece indicar que será una competencia tranquila. En la que se andará rápido pero en la que no corre peligro el liderato de Gonzalo Najar (SEP-San Juan). Una, porque al no haber montaña, las posibilidades de desbancarlo se reducen a abrir una brecha de tiempo y aprovechar las bonificaciones. Algo que los mismos directores de los conjuntos profesionales europeos ven como improbable.

 

 

El mismo líder confió en la conferencia de prensa que está muy bien, muy motivado y que su equipo está unido en el objetivo de mantener la malla blanca a cuadros celestes.

Con las generales de metas sprinter y de montaña definidas, lo de esta tarde, que comenzará a las 16, será más que una carrera, el paseo de un líder que mostró su categoría en la etapa reina y que le sobra motor para aferrarse con uñas y dientes a su sueño.