Una marea albiceleste eufórica desbordó las calles para celebrar con los campeones del mundo en una movilización popular sin precedentes en la Argentina. Según informaron, unas cuatro millones de personas en las calles de la Ciudad de Buenos Aires y del radio vecino al aeropuerto de Ezeiza para acompañar la caravana con Messi y compañía. Aseguran que nunca antes hubo una convocatoria tan grande en el país y eso fue por la conquista en Qatar. Pero fue tal el desborde, que el colectivo sólo pudo recorrer 15 kilómetros en más de cuatro horas y los jugadores tuvieron que hacer una recorrida en el helicóptero. Hubo incidentes, heridos y anoche se produjeron graves enfrentamientos entre fanáticos y la Policía en las inmediaciones del Obelisco, al que nunca pudieron llegaron los campeones.

Tras una gran vigilia con acampe de 24 horas en las puertas del predio de la AFA en la localidad bonaerense de Ezeiza, una multitud teñida de celeste y blanco explotó de emoción y alegría al celebrar con los integrantes de la selección nacional el comienzo de la caravana de festejo de la Copa Mundial de Fútbol.

La fiesta fue compartida: "Papu" Gómez arengando a la gente, "Dibu" Martínez saltando y Messi, Di María, De Paul y Paredes cantando con la gente y celebrando con un clásico fernet con coca -bien argentino- mientras el DT Lionel Scaloni saludaba emocionado desde el micro descapotado.

Todo era ansiedad y expectativa hasta poco después de las 11,30. Cuando se empezaron a ver las motos de la Policía Federal que anticipaba el momento esperado, la multitud estalló con "Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar" y cuando pasó el micro a paso de hombre todo fue gritos, llantos y alegría. Mucha emoción.

Tras hacer unos metros entre las miles de personas y un impresionante operativo de seguridad, que abría el camino para que pasara la caravana, los jugadores levantaron la Copa del Mundo ante el delirio de los hinchas.

A su vez, otros cientos de miles de personas también teñían de celeste y blanco la zona del Obelisco, en el centro porteño, algunos con réplicas de la Copa del Mundo y una tercera estrella agregada a la camiseta, en un clima de algarabía absoluta a la espera de ver de cerca el micro que traslada al seleccionado argentino y celebrar la conquista del tercer título de la historia obtenido en Qatar.

"Pasamos la noche acá con la ilusión de ver este equipo campeón de la mano del mejor del mundo", dijeron Candela (19) y Ailén (20) junto a casi una decena de amigas.

"Lo único que queremos es ver a nuestra Selección, la vamos a esperar acá y después correremos el micro a donde sea que vaya", señalaron las jóvenes de La Matanza.

Por los graves incidentes anoche en el Obelisco hubo policías y bomberos heridos y personas detenidas.

Las escenas de jóvenes subidos a los techos del Metrobús se multiplicaban a la largo de la avenida 9 de Julio, donde confluían familias y grupos de amigos, y donde sonaban de fondo los cánticos de aliento al equipo campeón con la ya mítica "Muchachos...", repitiéndose sin cesar. En la punta del emblemático monumento porteño varios jóvenes se asomaron desde temprano por las ventanitas, desde donde hicieron flamear banderas, en un peligroso acto que pudo ser letal.

Sin embargo, el lento avance del colectivo y la imprudencia de unas personas que se arrojaron desde un puente hacia el vehículo con los campeones del mundo, una de las cuales terminó impactando contra el pavimento, apuró la suspensión de la caravana. En tanto, el caos y la desorganización generaron falsas expectativas en los hinchas que aguardaban por sus ídolos en las inmediaciones de la General Paz, ya que el cambio de recorrido constante privó a miles de fanáticos de estar cerca de los jugadores.

Por pedido de los organismos de seguridad, los integrantes de la Scaloneta abandonaron el micro en Parque Roca, donde se subieron a dos helicópteros con los que dieron dos vueltas olímpicas por el cielo porteño antes de regresar al predio de Ezeiza. Lionel Messi, Lionel Scaloni y Rodrigo De Paul compartieron uno de los vuelos de regreso al lugar donde se aloja la Selección.

En otra aeronave viajaron, entre otros, Guido Rodríguez y Enzo Fernández, quien compartió unas imágenes en la que se lo observa sonriente mientras aprecia la vista aérea de la Ciudad.

Luego de la extensa jornada, todos los campeones del mundo celebraron en la intimidad en las instalaciones donde se concentran para los compromisos y luego cada uno partió rumbo a su hogar. Inicialmente pasarán la Navidad con sus respectivas familias y amigos y luego gozarán de unos días de vacaciones.