Con gestos adustos, en silencio, sin hablar entre ellos y con una fuerte custodia de seguridad, el seleccionado argentino se fue ayer de San Juan en un vuelo de línea, temprano en la mañana. Aunque el contacto de los jugadores con los sanjuaninos durante los días que estuvieron fue nulo, generando incluso malestar entre los hinchas que hicieron guardia en el hotel, el clima tenso que se respiraba ayer mientras uno a uno ingresaban a embarque se parecía más a una post derrota que al triunfo sobre Costa Rica. Horas después se conoció que la novia de Maradona, Verónica Ojeda, había sufrido un accidente doméstico y perdió el embarazo de 19 semanas de gestación. El clima solemne que se notaba en el aeropuerto Domingo Sarmiento se debía a que los jugadores sabían de la situación y guardaban respeto.

En realidad, el aborto se produjo en la jornada del martes y una alta fuente que tuvo acceso ayer a la concentración de la selección informó que cuando Diego se enteró vía telefónica de lo que pasaba, estuvo a punto de dejar todo y volver a Buenos Aires. "Estaba mal. Quería pedir un avión privado y viajar ahí nomás", sostuvo la fuente. Pero se quedó y dirigió al equipo.

En el aeropuerto, ayer ninguno de los hombres que estuvieron en la cancha de San Martín realizó declaraciones y el primero que se embarcó fue Maradona, quien bajó del colectivo con lentes oscuros y custodiado por cuatro custodios de traje y corbata, que no dejaron que nadie se le acercara. Aunque en principio se había informado que la selección podría partir en un vuelo charter, el combinado albiceleste volvió a Buenos Aires en el primer vuelo que salió de San Juan, por Austral.

Ayer, mientras los pasajeros hacían fila en el preembarque, a las 8 en punto llegó el colectivo que trasladaba al equipo y el plantel no hizo la cola, sino que pasó directamente al embarque. Los primeros en bajar del colectivo fueron Bilardo y Maradona, quienes pasaron raudamente a la puerta 1. Luego de unos segundos, para evitar que se formara un amontonamiento, empezaron a bajar los jugadores de a grupos.

Sin embargo, pese a lo veloz del trámite (los jugadores apenas llevan un bolso de mano y todos los demás bultos ya habían sido preembarcados bien temprano), los dirigidos por el Diego estuvieron entre entre 2 y 3 minutos haciendo fila y ahí es donde se agudizó el silencio y las caras largas. No había comentarios entre ellos, miraban para abajo y sólo Martín Palermo accedió a sacarse una foto con un pasajero que había quedado detrás suyo. El grupo siempre estuvo rodeado por los hombres de seguridad.

En embarque, el plantel estuvo unos 20 minutos y después fue el primero en llegar al avión, siempre con Diego y Bilardo a la cabeza. Ahí esperaron a que subieran todos los pasajeros y luego el avión partió hacia Buenos Aires, a las 8.35.

Apenas se bajó del avión, Maradona se dirigió a la clínica donde estaba internada su pareja y al mediodía, la mujer recibió el alta. El médico de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, Carlos Fabián Quiroga, dijo que Maradona y la paciente "están muy tristes y las dos familias están mal". Y estimó que Ojeda no tendrá secuelas, por lo que podría quedar embarazada nuevamente, una vez que se recupere.