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El entrenador de Atlético Tucumán, Pablo Lavallén, y que hasta fines del año pasado orientó el Verdinegro, destacó que sus futbolistas ‘demostraron las ganas de hacer historia‘ tras la victoria de antenoche ante El Nacional por 1-0 y luego de los inconvenientes en su vuelo, situación que casi deja al Decano sin la posibilidad de disputar la revancha por la segunda fase de la Libertadores.


‘Estuvimos impulsados por todas las dificultades que tuvimos, los jugadores se exigieron al máximo con ganas de regalarle una victoria a los hinchas que vinieron. Demostraron las ganas de hacer historia‘, declaró el técnico del conjunto tucumano posterior al éxito en Quito.


‘Habíamos trabajado en hacer un partido largo donde no íbamos a hacer el mismo esfuerzo que habíamos hecho de local por las condiciones adversas de jugar en la altura‘, siguió.


‘Además, habíamos planificado un partido en el que íbamos a estar bien armados en defensa y cubriendo todo el ancho de la cancha y a la hora de atacar tratando de sostener la pelota con pocos pases‘, continuó.


En tanto, sobre su rival, equipo que había conseguido un empate en dos goles en el encuentro de ida, disputado en Tucumán, dijo que ‘es un equipo con buena posesión de pelota‘, aunque resaltó lo realizado por sus jugadores: ‘Apostamos a mantener el cero y pudimos aprovechar las oportunidades que tuvimos‘.


Lavallén, también hizo mención a los inconvenientes sufridos en la previa al encuentro debido a un problema de documentación que impidió el despegue del vuelo chárter contratado y que casi pone en riesgo el partido.


‘Vivimos muy mal todo lo que nos pasó. Nadie nos dijo qué pasaba. A las tres de la tarde estábamos arriba del avión donde estuvimos una hora y media, el piloto tuvo que abrir las puertas para que circulara el aire y después nos hicieron bajar a la pista en donde estuvimos otra hora‘, detalló sobre lo ocurrido en el aeropuerto de Guayaquil.


‘La empresa tenía los permisos, sino el avión no hubiera salido desde Ezeiza. Algo extraño pasó, pero bueno, estuvimos al borde de no jugar y encima no nos despacharon las camisetas y los botines‘, siguió en su explicación.