La salida de Neymar de Barcelona fue polémica, incluyó 222 millones de euros, pero sobre todo dejó sin poder al tridente ofensivo más influyente del fútbol actual. La primera fecha de la Liga de España, que tuvo a Lionel Messi como titular y a Luis Suárez lesionado, dejó en claro lo que afecta a Barcelona la falta del brasileño, que se lució en Paris Saint Germain, en un comienzo de temporada a puro gol y festejo.

Todo esto provocó que el viaje del delantero a Barcelona haya tenido otro sabor. Su ausencia se nota y su espíritu en el campo se extraña. Por eso, apenas llegó ayer a la ciudad española, se reunió con sus excompañeros, sus amigos. Arribó a España con otro futbolistas que brilló incluso más temporadas con los azulgrana: Dani Alves. La reunión la completaron Gerard Pique e Ivan Rakitic. Neymar viajó para celebrar el cumpleaños de su hijo Davi Lucca, y aprovechó para invitar a sus ahora excompañeros.

Se acerca

Di María, a la vista

El volante rosarino Ángel Di María está en la mira del Barcelona para contratarlo ahora, y sus chances crecen debido a que ya caducó una cláusula que puso en su momento el Real Madrid para impedir su llegada al club catalán. 

Messi fue el primero en exhibir en las redes sociales el reencuentro y su felicidad. En su cuenta de Instagram hasta se atrevió a bromear y jugó con la polémica declaración que en su momento dijo Gerard Piqué para decir que Neymar se quedaba en el club. “Volvió”, dijo el 10 en su publicación.

Por su parte, Neymar hizo una chanza en el mismo sentido con un tuit junto con Piqué, pero a la inversa: “Se queda”.

DEMANDA

Justo ayer Barcelona informó que presentó una demanda contra Neymar por incumplimiento de contrato. La demanda del club catalán se interpuso el 11 de agosto, según el comunicado que se publicó en las redes sociales, y fue presentada ayer a la Real Federación Española de Fútbol “para que la trasladen a la Federación Francesa de Fútbol y a la FIFA, a los efectos legales oportunos”, dice.

El club le pide al jugador una cifra que asciende a los 10 millones de euros, entre el incumplimiento del contrato y la mora del mismo.