El genial Roberto Benigni estaría orgulloso del gran presente de la selección Argentina. Es que le está "haciendo" un auténtico homenaje a esa extraordinaria película (La vida es bella) que protagonizó y dirigió a fines en 1997 y que le brindó un Oscar en su rol de actor. La Scaloneta viene demostrando lo que deja de enseñanza aquel filme basado en las consecuencias de la segunda guerra Mundial. La superación, la esperanza, la fortaleza para nunca darse por vencido ante las adversidades. Este grupo de jugadores que encabeza en la cancha Lionel Messi han podido dejar atrás los sinsabores para disfrutar de un presente soñado. Con el plus de ocurrir todo ello a menos de seis meses que se inicie el máximo objetivo: el Mundial en la inhóspita Qatar. En la catedral del fútbol mundial como es el estadio de Wembley, Argentina dio ayer una muestra al planeta de su poderío. De lo que es capaz de hacer cuando está en una buena jornada como ocurrió ante la Italia de Roberto Mancini, que verá la cita ecuménica por segunda ocasión seguida por TV. El 3-0 para quedarse con la primera edición de la Finalissima lo deja muy bien parado en lo anímico y futbolístico, en lo que ya es la recta final de cara a Qatar 2022 donde la albiceleste intentará ponerle fin a una sequía de títulos mundiales en la mayor que ya acumula 36 años. Con otro extra, seguramente será la última ocasión que Messi dispute la "máxima cita".

"En el fútbol, cuando se cree que uno tiene todo, te bajan de un plumazo. No podemos relajarnos: queda mucho camino". LIONEL SCALONI - DT Argentina

Del "estoy harto de comer mier...", como dijo alguna vez el propio Javier Mascherano en la arenga previa a la final del Mundial en "Brasil 2014", solo quedan algunos malos recuerdos. Todo mutó a partir del año pasado cuando Argentina gritó campeón en la Copa América, en el propio Maracaná. Desde ahí, se destrabó. Se desbloqueó sería el termino, incluso psicológico para usar. Lo dicen los propios futbolistas, como Ángel Di María quien ayer puso el segundo con otra picada histórica: Fideo anotó de esta manera el legendario 1-0 sobre Brasil en el 2021. Es un equipo con puntos individuales muy altos en estos momentos y que generan una gran ilusión. Pero ahí está la excepción de todos los libros futboleros: el tocayo de Messi, Scaloni. Sin antecedentes en la conducción de un equipo de fútbol, llegó a la Mayor por la ventana y hoy marca el camino: "Si hay algo que no podemos hacer es relajarnos", subraya.

Tiene pinta de futbolista, pues se conserva físicamente como en su época de volante dinámico por los costados, pero es la mente fría. El que piensa y pregona la mesura ante todo. No se pone "colorado" cuando le dicen que pasó el récord de invicto de Alfio Basile en la selección: con el juego de ayer son 32 partidos sin morder el polvo. No vende humo como su antecesor y ex-jefe, Jorge Sampaoli. Tiene apagada la chimenea por el bien de todos.

Souvenir. Rodrigo De Paul (7) y Giovani Lo Celso se llevaron cada uno parte de la red de un arco de Wembley.

En la punta de la pirámide está la conducción. Ahí se encuentra un sanjuanino de pura cepa como Claudio Tapia, ese que llegó a Capital Federal como barrendero y hoy es el dirigente todo poderoso que maneja el planeta futbolero nacional como quiere. A su lado se encuentra otro comprovinciano, Jorge Miadosqui, quien maneja la logística y es uno de los laderos clave de Chiqui.

Se sabe que en el fútbol y más en un Mundial todo puede llegar a suceder. Al camino, como marca Scaloni, le quedan varias curvas de importancia antes de llegar a Qatar. Nada se puede subestimar. Pero esta Argentina arribará a Qatar con un rol claro, como no ocurre hace tiempo: candidato. Si gusta ese mote o no, es otro tema. La albiceleste mostró sus cualidades. Dejó ciertamente en ridículo al genial Kylian Mbappé y su irrespetuoso "Argentina (y Brasil) no juegan partidos de mucho nivel para llegar al Mundial. El fútbol en Sudamérica no está tan avanzado como en Europa".

"La vida a veces duele, a veces cansa, a veces hiere. No es perfecta, no es coherente, no es fácil, no es eterna; pero a pesar de todo, la vida es bella", remarcaba Roberto Benigni. El fútbol también, y la Argentina lo sabe...