La lucha en la cabeza. Desde hace días sólo se piensa en el Superclásico. Los jugadores deben soportar presiones increíbles. Habrá que ver cómo reaccionan.

Desde el mismo momento en que Boca le empató al Palmeiras, en Brasil, y se clasificó a la final, las pulsaciones de los corazones argentinos empezaron a palpitar mucho más fuerte. Empezó a formarse una aureola de sensaciones pasionales. Es que, como River había clasificado el día anterior, el Superclásico del fútbol argentino deberá inscribir una página sensacional en su historia. Por primera vez los clásicos rivales lucharán por la corona de la Copa Libertadores de América.

Por eso en todos estos días han dominado las ansiedades. Y por ellas apareció el denominado estrés. Es algo normal. Entendible si se tiene en cuenta el fanatismo que domina a los hinchas argentinos. Pero en estos factores externos al fútbol propiamente dicho, lo más importante es saber cómo lo asimilan los propios protagonistas.

Un jugador de fútbol de alta competencia tiene dos tipos de presiones: las internas y las externas. En las primeras sienten la necesidad de demostrarse a sí mismos qué son y cómo actuarán. Como una persona común tienen sus objetivos y la meta es cumplirlos. Hay quienes tendrán la fortaleza para enfrentar situaciones límites y dar el máximo. Pero hay también quienes no aguanten esa presión interna y su rendimiento se dé muy por debajo del normal.

Y las presiones externas son aquellas producidas, por ejemplo, por la prensa, que machaca día tras día con mil y una probabilidad para el partido, también por las amistades y hasta por los integrantes de la misma familia. Entonces el protagonista tiene que enfrentar todo lo que lo rodea, sabiendo que una victoria lo hará héroe o una derrota lo hundirá en su carrera.

Los jugadores, por todo esto, ya hace rato que están viviendo las ansiedades. Pablo Pérez, el volante de Boca, respondió ante una consulta periodística de si disfrutaba el momento con un no rotundo. "¿Disfrutar? De ninguna manera. Ya hace unos días que en lo único que pienso es en este partido. La verdad, estoy ansioso y nervioso...". Más claro, imposible. Pintó lo que todos deben estar viviendo, sintiendo.

Porque todos los hinchas, de uno y otro equipo, están con los nervios de punta. Y quienes son los dueños de la verdad, los jugadores, también tienen sueños, sensaciones, vivencias, y nervios. Y, a esta altura, ya deben estar estresados por tantas cuentas. Lo real y concreto es que el sábado tienen que dejar la mente en blanco por las presiones y jugar. Nada más...

LOS NERVIOS

Casos del psicólogo

Lo que deben aguantar los jugadores en esta previa es totalmente estresante. Las ansiedades dominan y los psicólogos de cada equipo tienen mucho trabajo.