El fanatismo por el fútbol y especialmente por Messi brota por la piel de los argentinos. Cada familia cargaba con una historia para llegar hasta el Bicentenario y poder disfrutar de 90 minutos del juego de Lionel Messi y la Selección Argentina.

Enrique Fermin sufrió un ACV pero les pidió a su familia que lo llevaran al estadio para ver a Messi. Llegó acompañado de su hijo Franco, el kinesiólogo Gustavo Rivero y su hijo Juan Andrés.

Por la comodidad del estadio, estacionaron su auto en el ingreso y bajaron con tranquilidad con la silla de ruedas para que Enrique lograra ver a su máximo ídolo.

Desde Mendoza, un grupo de 60 hinchas se organizaron para poder viajar. Todos son de diferentes departamentos de la vecina provincia y su objetivo es apreciar a Lio Messi de cerca, como nunca antes.

Dos amigos de Rawson arribaron al Bicentenario de una manera muy particular, uno arriba del otro. Lo trajo en los hombros durante varias cuadras para poder llegar lo antes posible al estadio.