Libertad de Paraguay venció anoche con frialdad y solvencia a Lanús por 2-0 en el partido que inauguró el Grupo 4 de la Copa Libertadores, que controló estratégicamente y en el que supo apagar el fuego de un equipo argentino impetuoso pero con escasos recursos en ofensiva.
Los goles marcados por Rodolfo Gamarra y Pablo Velázquez en la segunda parte resultaron un justo premio para un conjunto sin grietas y equilibrado para soportar embates desordenados. Es que Lanús sintió demasiado la obligación de arrancar con un triunfo en su casa. Una propuesta de ataque vertiginoso expuso el conjunto granate desde el arranque, mientras que Libertad respondió a través del movedizo Gamarra.
Por momentos el local se pasó de revoluciones, aceleró en los tramos en los que había que frenar o bajar un cambio, lo cual facilitó la tarea de los paraguayos para la recuperación de la pelota.
En el complemento, Libertad creció en cuanto a la posesión del balón con el ingreso del juvenil Pittoni y Gamarra siguió como peligro latente. Con garra y picardía se las arregló para poner en aprietos al local y, a la salida de un tiro libre y tras un rechace defectuoso de los granates, puso en ventaja al conjunto paraguayo. Un Lanús tocado, herido, salió ciegamente a buscar el empate e intentó llevarse por delante a un Libertad frío, calculador, que esperaba una nueva oportunidad, la que encontró Velázquez, cuando anotó el segundo.