Faltó poco. Los Gladiadores dieron batalla y por momentos superaron a Hungría, pero no pudieron ganar. Igual, el empate sirve para ir sumando partido a partido.

El seleccionado argentino de handbol, Los Gladiadores, igualó ayer con Hungría por 25-25 en Copenhague, en el debut del grupo D del Mundial de Alemania y Dinamarca. El lateral izquierdo Pablo Simonet fue el goleador argentino al anotar en seis ocasiones sobre 12 intentos, seguido por el central Manuel Crivelli, con cinco tantos en seis lanzamientos; mientras que Hungría tuvo al lateral derecho rival Zsolt Balogh como principal vía de gol y figura del juego, ya que aportó 11 tantos.

Argentina comenzó con malas decisiones en ataque ante una cerrada defensa de Hungría y pagó caro durante toda la etapa inicial la desventaja de cuatro goles (5-1) en los primeros minutos. De hecho, el equipo conducido por el español Manuel Cadenas mejoró en su rendimiento con el correr del tiempo de la mano de Pablo Simonet y Lucas Moscariello, al punto que se puso a dos aunque cerró abajo por tres (13-10). La mejora se prolongó en el complemento, cuando Argentina anuló por completo al lateral derecho rival Zsolt Balogh, quien marcó siete veces en la primera parte, y dañó en ofensiva con los recambios constantes.

Sin embargo, Argentina dejó escapar la posibilidad de concretar un triunfo clave para la clasificación cuando se vio arriba por 25-24 y con la posesión de la pelota a falta de 1.30m. y falló el ataque. En consecuencia, los argentinos terminaron sufriendo con la igualdad por 25-25 en el inicio del grupo D. "Los Gladiadores" continuarán su camino mañana ante Suecia.