El Superclásico de ida en la final de la Copa Libertadores fue postergado por las lluvias incesantes que cayeron sobre La Bombonera, pero no es la primera vez que un duelo entre Boca y River tiene que suspenderse, sino que hay cuatro antecedentes previos.

El 23 de diciembre de 1928, todavía en la era amateur, el Millonario perdía 6-0 y jugaba con tres futbolistas menos por lesiones (no había cambios), por lo que el árbitro lo paró a los 42 minutos del segundo tiempo.

A este le siguió el primero del profesionalismo: 20 de septiembre de 1931, en La Boca, iban 1-1 y el visitante terminó con tres expulsados que protestaban una falta. Como no se querían ir del campo, se suspendió y los locales embolsaron los tres puntos.

Casi 80 años después, la lluvia fue la gran protagonista en La Bombonera. El 21 de marzo de 2010, Héctor Baldassi interrumpió el juego a los 11' de la primera mitad y se reanudó cuatro días después, cuando Boca se impuso por 2-0 con un doblete del chileno Gary Medel.

Por último, el más recordado: la vuelta de los octavos de final de la Libertadores 2015. Aquel 14 de mayo, River avanzaba por el 1-0 conseguido en la ida y un hincha xeneize atacó a sus jugadores con gas pimienta, por lo que la Conmebol eliminó a los de azul y oro y el Millonario pasó a cuartos.

Además, hay tres amistosos suspendidos: en 1964 en Córdoba igualaban 0-0 y el público no devolvió más las pelotas, mientras que en 2001 y 2002, ambos en Mar del Plata, los incidentes en las tribunas pusieron fin al juego mientras Boca ganaba (1-0 y 4-0, respectivamente).