Finalmente primó la lógica y ante un panorama de cierto rechazo al arribo de Oscar Cuevas como futuro presidente de la Liga Sanjuanina de Fútbol, se dio marcha atrás con la idea de realizar la Asamblea de renovación de autoridades el 15 de noviembre. De esta forma, quedó el camino allanado para darle continuidad al actual presidente, Alberto Platero, quien estará en el cargo, como mínimo, hasta marzo del 2021, siendo el encargado de conducir en sus 100 años de vida a la entidad. El aniversario será el 31 de enero próximo.

¿Por qué Cuevas no llegará, al menos por ahora, al sillón de calle Santa Fe? Por falta de respaldo dirigencial. En la última Asamblea de la Liga, los dirigentes, esos a los que Cuevas debía tener de aliados y complacidos, le "marcaron la cancha" pidiendo de manera sorpresiva la continuidad de Platero. A buen entendedor, pocas palabras... Le quisieron decir que no era bienvenido y hubo otros puntos que reforzaron esta iniciativa.

El fútbol en la Primera local no se jugará en lo que resta del año por la pandemia.

Vicente Mancuso, presidente de Atenas, se postuló para encarar una lista opositora. A ello, hay que anexarle que Cuevas, quien estuvo ausente en las últimas Asambleas de la LSF, nunca pudo cerrar un cargo clave en su futura Comisión Directiva: pretendía tener de tesorero a Gustavo Doblas (hombre fuerte en la gestión de Alfredo Derito) y no a Gerardo Iturrieta, como pretendía la mayoría de los dirigentes.

En los últimos días, el Pato, como se lo conoce a Cuevas en el fútbol, tampoco pudo finiquitar su lista, acordando las tres vicepresidencias, cargos clave en todo armado político. Para ellas, se anotaron muchos dirigentes, con un par a la cabeza y con tremendo poder por ser los que conducen los clubes más populares de San Juan: Jorge Miadosqui (San Martín) y Juan Valiente (Desamparados).

Ante este panorama y con Platero alejándose más que nada por un acuerdo previo que por otro cosa, desde el organismo que maneja el Deporte en la provincia hubo un sondeo al máximo dirigente del país, el sanjuanino Claudio Tapia. Cuentan que Chiqui dejó de lado su afecto personal por Cuevas, para dar rienda libre a que la Liga definiera su destino para llegar al centenario. Es que el arribo de Cuevas estaba vinculado a ciertos anuncios que Chiqui haría por los 100 años de la Liga. Eso dejó de ser un condicionante y ahí se definió que Platero debía continuar. Es decir, una vez más y como tantas veces ocurre, el mundo gubernamental mezclado en la dirigencia deportiva.

Platero tendrá por delante seguro cinco meses más, pero a esta altura nadie podría afirmar que no sea por un periodo más extenso. Su cargo en la futura Confederación Sanjuanina de Deportes (iba a ser nombrado vocal) es algo que está en veremos y por ahora es algo secundario. Quizá, Platero reciba la bendición para otro periodo y así pueda estar más que los actuales cuatro años y medios que lleva al frente de la Liga. Su manejo con los clubes durante la pandemia y la muñeca política que ejerció con ciertos personajes de la dirigencia, le brindan un respaldo que Cuevas, por ahora, no tiene.