Lionel Messi parece haber pasado su momento de angustia más intensa y va tamizando su salida de Barcelona rodeado de afectos, sin apresurarse por viajar a Francia, donde decenas de aficionados de su aparente próximo destino, París Saint Germain (PSG), lo esperan desde el domingo en el aeropuerto Le Bouquet, a donde estaría llegando recién mañana.
Las especulaciones sobre su rápido salto del momento de la emotiva conferencia de despedida en Barcelona a la capital francesa se fueron cayendo una a una a medida que fueron transcurriendo las horas, ya que hasta se había asegurado en medios parisinos que el domingo por la noche ya iba a estar allí.
Posteriormente se advirtió que la llegada se iba a producir ayer por la mañana para poder realizarse la revisión médica, luego firmar el pertinente contrato y hoy, justo día "10", efectuarse la presentación a toda orquesta en la Torre Eiffel, tal como ocurriera con su amigo, el brasileño Neymar, en 2017.
Sin embargo nada de esto ocurrió y la jornada transcurrió con más versiones que hechos, mientras Messi pasó parte de su lunes en familia, en su residencia de Casteldefels, y compartiendo unos partidos de paddle junto con su amigo uruguayo, Luis Suárez, y el español Pepe Costa, quien lo acompaña a todos lados, inclusive cuando va a la Argentina a jugar por la Selección.
Pepe Costa trabaja a órdenes de Barcelona con el particular cargo de "facilitador de gestiones de los futbolistas", que no es otra cosa que acompañarlos a realizar todos aquellos trámites que por su exposición pública se les dificulta efectuar. La demora en viajar de Messi tiene que ver fundamentalmente con los detalles "técnicos" de su contrato con PSG, ya que desde la propia conducción del club manejado por capitales cataríes se dio a entender ayer que el traslado de "Lío" a Francia se produciría "dentro de las próximas 72 horas".
Y esos aspectos a tener en cuenta tiene que ver, como para tener algún vínculo empático con Barcelona, en que PSG necesitaría desprenderse de masa salarial y para ello necesitaría prescindir de no menos de 10 futbolistas de segundo orden dentro de un plantel plagado de estrellas.
Ayer se cumplieron 40 días exactos desde que Messi se convirtió en jugador libre.
Inclusive hasta surgió inmediatamente el nombre de Mauro Icardi anotado en la fila de los que partirían, un tanto por su sueldo y otro porque nunca estuvo en la misma sintonía que Messi ya no desde que se cruzaron fugazmente en el seleccionado argentino, sino por un tema cada vez más antiguo de la relación del goleador con la modelo Wanda Nara, exesposa de Maximiliano López, quien acaba de dejar la actividad. Una solución más sencilla para la conducción de PSG en esa liberación de masa salarial sería la de acceder a los requerimientos de Real Madrid y permitir que Kylian Mbappé se marche al club español, lo que le representaría un muy buen ingreso de euros, algo que en la entidad francesa no ven con tan malos ojos porque dentro de un año el delantero de 22 años finalizará su contrato y entonces se iría sin dejar un peso, como Messi del "Barsa". Sin embargo, su salida en este momento sería "políticamente incorrecta" y por otra parte Mbappé no quiere irse justamente ahora que estará rodeado por Messi, Neymar, Sergio Ramos, Ángel Di María y compañía, lo que lo convierte claramente en el candidato excluyente a quedarse con la próxima Champions League.

"No hubo voluntad"
El ya ex dirigente del Barcelona, Jaume Llopis (foto), quien renunció tras la salida de Lionel Messi, habló sobre lo ocurrido y apuntó contra el presidente del conjunto catalán, Joan Laporta. "No hubo voluntad real de negociar por Messi. Lo dijo él :"No sé si el club hizo todo lo que podía hacer"". Aunque eso no es todo, ya que Llopis aseguró que el hermano de Laporta lo insultó "con un audio de Whatsapp", el cual luego agregó que intentó recuperarlo, pero no pudo porque lo borró.
Además, argumentó que había otras opciones por las que intentar antes de aceptar lo que finalmente ocurrió. "Con la salida de Messi se aligera la masa salarial a corto plazo, pero hay muchos jugadores, directivos y gente del staff que sobran. Es una cuestión de aligerar la masa salarial con alguien que podían hacerlo. Creo que ha habido una presión del CEO porque nos evitáramos este sueldo. Se podrían haber hecho muchas cosas drásticas que no se han hecho", soltó en diálogo con Cadena Ser. Una explicación que derivó en que para su opinión la actual dirigencia no tiene experiencia en "enderezar empresas que están en crisis". Llopis era miembro de la Comisión Espai Barça, y presentó su renuncia el domingo pasado a través de una contundente carta dirigida a Joan Laporta, presidente del cuadro culé, a quien responsabilizó del alejamiento de Messi.

