Fue el que más intentó de Brasil durante los 90 minutos. Desde el arranque mostró su magia: a los 5" le tiró un sombrero divino a Gio Lo Celso. La pidió siempre, se bancó patadas (como la de su compañero Leandro Paredes) y no dejó de intentar durante la final. Por eso, una vez que el uruguayo Ostojich pitó el final del partido, Neymar (foto) no pudo contener las lágrimas y lloró delante de las cámaras.

El crack del PSG, que en la previa había calentado el partido publicando un "Neynight modo ON" en sus redes, estaba muy ilusionado con dar la vuelta olímpica en su país. "Messi es mi amigo, pero estoy aquí para ganar la Copa América", había declarado hace algunos días. En 2019, Ney no fue parte de la Verdeamarela que ganó el título de local: una lesión en el tobillo derecho provocó que se pierda el campeonato de selecciones de la Conmebol.

En la coronación y todavía caliente por la derrota, no quiso saber nada con dejarse la medalla del segundo puesto y se la quitó apenas la recibió. Eso sí, ya en el vestuario se dio tiempo para sentarse en las escaleras camino al estadio junto a su compañero en el PSG, Leandro Paredes, su amigo personal, Lionel Messi. Una postal del fair play.