Impecable. El galés Nigel Owens, de 45 años, tuvo una gran labor en el Bicentenario.

En el 2007 su vida hizo un clic para siempre. Se convirtió en el primer árbitro de rugby en confesar abiertamente su homosexualidad. “Fue salir a vivir: comencé de cero”. Se trata del árbitro Nigel Owens, quien ayer dirigió en el Bicentenario y que a sus 45 años es considerado en el ambiente de la ovalada el mejor del planeta.

Su espíritu particular se puede reconocer en diferentes aspectos, como por ejemplo en el 2015 cuando se comunicó con un chico de 18 años que lo fustigaba por las redes sociales constantemente y tuvo como reconocimiento las disculpas del joven. Owens, quien tuvo ayer una actuación acorde a sus excelentes antecedentes y dirigió la final del Mundial pasado que coronó a los All Blacks en el 2015, fue nombrado el año pasado miembro de la Orden del Imperio Británico, un reconocimiento por demás especial.

Su declaraciones pública de ser gay lo llevaron incluso a tutearse con el suicidio e incluso acudir a un médico consultando la castración química. “No se puede ser feliz sin admitir cómo es uno. Y eso traté de hacer cuando dije que era gay”, remarcó en una entrevista.