Al igual que la mayoría de los deportistas del mundo, el portugués Cristiano Ronaldo aprovechó la suspensión del fútbol para aislarse en su casa y pasar los días junto a su familia.

El portugués viajó a su Madeira natal para estar junto a su madre, quien se estaba recuperando de un ACV. Y, tal como indicaba la ley, cumplió con la cuarentena obligatoria de 15 días por venir del exterior.

Sin embargo, ya cumplido ese plazo, este fin de semana CR7 fue fotografiado en pleno paseo por la calle con Georgina, su mujer, y dos de sus hijos más pequeños.

Y hubo cierta polémica.

Pese a su cercanía con España e Italia, dos de los países más afectados por la pandemia de coronavirus, hasta el momento Portugal registró 6 mil casos positivos y 119 muertes, un número que no deja de ser doloroso, pero que es considerablemente más bajo en comparación con los territorios vecinos.

Para evitar que el número crezca, el Gobierno de ese país rápidamente dictó el estado de emergencia durante 15 días, por lo que sus habitantes deben permanecer en sus residencias, aunque cuentan con ciertas libertades.

Si bien la cuarentena aplicada por el gobierno portugués permite realizar distintas actividades fuera de casa, como acompañar a menores durante breves períodos de recreación al aire libre y adquirir servicios de primera necesidad, las fotos de Cristiano de paseo por las calles de Funchal generaron polémica por tratarse de una persona pública, que debería dar el ejemplo de quedarse en casa.