La fiesta del Deportista del Año es una ocasión para el reencuentro de dirigentes, de periodistas, de exdeportistas, y siempre se da en un clima de cordialidad y camaradería. Además, tiene la particularidad de que se reúnen las distintas generaciones, con los más jóvenes dando la cuota de frescura.


Ayer, por ejemplo, no faltaron las selfies, los encuentros de jurados que hacía tiempo no se veían y se fundieron en abrazos, las charlas, los debates sobre tal o cual terna, los rumores sobre tendencias en la votación y alguna que otra primicia ofrecida por un funcionario.


Los colegas de Radio La Voz y Estación Claridad transmitieron en vivo desde el Sirio Libanés, a la vez que hubo otros medios amigos que también realizaron la cobertura. El Deportista del Año ya es un evento de todos.


El estado del tiempo también ayudó porque no hubo calor agobiante y entre canapés y jugos naturales transcurrió la votación. La mayoría de los jurados se ubicó en la zona de mesas y sombrillas, otros ocuparon las amplias mesas del salón y a medida que fueron llegando más integrantes se fueron desplazando hacia la zona más amplia de la terraza del Sirio Libanés. 


Una vez que arribó el gobernador Sergio Uñac ya estuvo todo dispuesto para las fotos grupales, que tuvieron el desafío para los fotógrafos de reunir a casi 100 personas en un instante. Hubo sesiones de fotografía en la propia terraza del lugar y luego en las escaleras, para captar un momento que es único, pues ningún jurado ha sido idéntico cada año.


Lo que se viene ahora es la ceremonia de premiación, la semana que viene en Palmares, donde nuevamente los encargados de la votación volverán a reunirse, pero esta vez con los deportistas a los que ayer eligieron.