Festejo y locura total

"Se los había dicho. Se los dije a Ever y a Ota. Sabía que la iba a meter. Es para mi familia, mi hermano, mi mujer y mis hijas. Las cosas no estaban saliendo. Los jugadores se merecen más que nadie esto. Esto recién comienza".

Así, con una alegría inmensa, Marcos Rojo confesó lo que les había manifestado a sus compañeros en la previa. Se cumplió. Inolvidable para él, los suyos y todos los argentinos que deliraron con el gol del defensor ex Estudiantes de la Plata.

El defensor volvió a la titularidad en un partido clave y le terminó dando el agónico triunfo al Seleccionado para seguir con vida en el Mundial.