El sanjuanino Gabriel Postigo (a la derecha), de 23 años, junto a Manu.

Se escucha con fuerza el grito de un grupo de personas y en un idioma conocido por San Antonio, aunque no se trata del inglés. Se advierte que es un claro español y que la alegría es por un motivo puntual. Los fanáticos en el AT&T Center se quedan mirando lo que sucede y sonríen con los cánticos y por la forma en la que tienen de expresarse esos locos enfundados en celeste y blanco en un estadio en el que predomina el negro y el gris. Hasta les piden sacarse fotos con ellos. Es que llevan en su espalda estampado un apellido al que, en esta ciudad, todos le hacen reverencias: Ginóbili. Sí, el tercer Manu Tour se puso en marcha y 27 argentinos se juntaron para ver al bahiense en acción. Motorizado por la cuenta de Twitter InfoManu y organizado por Kit Viajes, los fanáticos desembolsaron casi 80.000 pesos para estar una semana aquí y ver tres partidos de San Antonio. No hay límites por el 20 de los Spurs .

En San Antonio, por entre 70 y 110 dólares se pueden comprar camisetas del partido, mientras que por unos 30 dólares se pueden conseguir una remera con el número 20. Y este grupo de argentinos que llegó hasta aquí no dejó de llevarse su merchandising.

Así como hace unos 15 días se conoció, por intermedio de la cuenta oficial de los Spurs, que un argentino, Leandro Cisterna, vendió su auto para poder pagar su viaje para conocer y ver jugar a Manu, ahora San Antonio difundió en sus redes sociales la presencia de estos argentinos. Y ellos también hicieron un esfuerzo importante para estar aquí, ya que pagaron 1800 dólares por cinco días en el hotel Holiday Inn, entradas con traslados para los juegos con Pelicans, Timberwolves y Warriors y algunas excursiones por la ciudad. Además, cada uno de los pasajeros también tuvo que abonar aparte el aéreo hasta aquí, que tiene un valor que va desde los 37.000 a los 47.000 pesos, según la aerolínea.

"La verdad que saqué un préstamo para comprar una casa, pero por cuestiones de burocracia se demoró más de la cuenta la operación. Entonces, cuando supe de esta chance, tomé parte de esa plata para poder hacer el viaje", contó Gabriel Postigo, de 23 años, que es de San Juan y para llegar hasta aquí viajó más de 20 horas: la primera escala fue en Santiago de Chile, después pasó por México y finalmente arribó a San Antonio.

Las historias se repiten y Juan Corletta, de 21 años, y Francisco Rovetto, de 20, se subieron a esta aventura haciendo varios sacrificios. Viajaron algo más de 5 horas en vehículo desde Marcos Juárez a Ezeiza, después tomaron un vuelo de casi 12 horas hasta Dallas, desde allí hicieron una conexión de poco más de una hora a Houston y nuevamente un tramo de tres horas y media en vehículo hasta esta ciudad. "Me gasté todos los ahorros que venía juntando desde hace mucho. Mi mamá me preguntaba para qué los guardaba y yo le decía que no sabían bien para qué, pero que los iba a usar en algún momento. Cualquiera puede decirme que con lo que se gasta para este viaje uno podía cambiar el auto o arreglar cosas de la casa y es cierto, pero la verdad es que no podía dejar de vivir la experiencia de ver a Manu", cuenta Corletta.

Gabriel, con el AT & T  Center de fondo

Es el tercer tour que se organizó en esta temporada. La primera fue en Noviembre de 2017 y se reunieron 25 argentinos, la segunda fue en Febrero y viajaron 22 fanáticos y en esta oportunidad los 27 participantes, en su gran mayoría, son del interior del país. En los primeros tours se sumaron a la experiencia hinchas de Ginóbili que viajaron desde Uruguay, Colombia y Chile. "La verdad es que la gente se entusiasmó enseguida cuando comenzó esta idea de armar un tour para ver a Manu. Y como todos son fanáticos del básquet, elegimos un hotel que tiene unos aros y armamos campeonatos de triples y jugamos unos partidos de 3x3. La buena energía que se crea entre todos es maravilloso", dice Damián Tiferes, uno de los organizadores de toda esta aventura y dueño de la empresa de turismo. Incluso, si los Spurs llegan a playoffs piensan armar el cuarto tour para ver a Ginóbili.

Todos se divierten en esta historia, como Diego Borsutzky, que anda con una Spalding en sus manos o José Seren y Fernando Pennacchio que están disfrutando de la experiencia por segunda y tercera oportunidad, respectivamente. Los tres hablan con una auténtica emoción y se vuelven a entusiasmar cuando cuentan el encuentro que tuvieron todos con David Robinson. "La verdad que me calenté con esta propuesta de Damián, porque soy fanático del deporte. Y la verdad es que entendí que era mi última oportunidad de estar acá por una cuestión de mí edad y también la de Manu", contó Manuel Sexer, de 70 años, uno de los clientes habituales de Tiferes.

En el primer viaje, Manu Ginóbili se reunió con los que viajaron y charló un rato con todos. En el segundo tour, los Spurs abrieron por una hora el AT&T Center para que los argentinos pudieran jugar dentro del campo donde el bahiense escribe su historia y en esta oportunidad esperan tener otra visita al estadio de San Antonio.

El relato de Vilma, la única dama del grupo, corta el aire. Acompañó a su marido, Jorge García, porque su pasión es el básquetbol, incluso, entrenaba al equipo femenino de Rafaela. Mientras Vilma cuenta las emociones que vivió, se le caen las lágrimas y dice: "Vamos a pagar todo en cuotas este viaje. La verdad que hablaba con mi marido que vamos a tener que trabajar un año para saldar la deuda. De todas maneras, con todo lo que viví desde que llegué, está justificado el gasto hasta el último centavo ¿Sabés lo que es que te parece la gente en la cancha y te diga: 'Amamos a Manu. Gracias'? Eso es maravilloso".

Un amor sin fronteras. La pasión por ver a Manu Ginóbili no tiene límites y cualquier esfuerzo vale la pena, por eso desde Catamarca, Santa Fe, Olavarría, Neuquén, Comodoro Rivadavia, también se sumaron al Manu Tour. Una pasión sin fecha de vencimiento.

Fuente: La Nación