Primero. Había que ganar. Como sea, como fuera. Y San Martín eligió ganarlo con la enorme autoridad de hacerlo jugando bien. Y Marcos Gelabert fue el que abrió la puerta de la gloria para delirio en Concepción.

Era hora. Tenía que ganar como fuera pero más allá del resultado, también importaba la forma. Era la necesidad de que San Martín volviera a ser San Martín. De que aquel equipo armado para ser protagonista y aspirante al regreso a Primera, demostrara que el traje no le quedaba grande. Y en una tarde de clásico, San Martín volvió. Ganó con autoridad 3-1, aplastando la opaca versión de Independiente Rivadavia en el primer tiempo y desperdiciando, tal vez, la chance de haberse floreado en el complemento. Pero a pura contundencia, con grandes individualidades y con un rendimiento sencillo, rápido y efectivo, metió los tres puntos en San Juan y ahora, si sabe a qué juega.

Lejos, pero lejos, el primer tiempo fue lo mejor de este San Martín versión Primera Nacional en lo que va de la temporada. Bien parado, sólido, rápido en la presión y simple en la resolución. Jugó a un toque, metió verticalidad, cambios de ritmo y consumó una propuesta colectiva que pasó por encima a La Lepra que apenas fue rival en el comienzo del juego. Después, bastó que San Martín presionara para que liquidara todo. Bravo había anunciado con un tiro libre pero a los 19" Giménez -de enorme partido- armó juego desde la izquierda a la derecha, quedó ahí, llegó en centro y Gelabert apareció vacío para vencer a Aracena. Ahí, se abrió todo y San Martín aceleró a fondo. A los 33" Monteseirín saltó solito en un córner y puso el 2-0. Ni hablar tres minutos después cuando Ramírez clavó un golazo para sellar el 3-0 que definía todo.

En el complemento, La Lepra fue a buscar. Se adelantó y tuvo premio consuelo con el gol de Viguet pero la historia ya estaba escrita y con letra verdinegra. Es que este San Martín volvió a ser San Martín cuando más lo necesitaba. Casi como para decir que ahora, en serio, empezó la temporada.

El próximo
 

Por la décima fecha, San Martín será visitante de Atlanta en Villa Crespo y sería el domingo 20 a partir de las 15.30 siendo el último de los viajes del Verdinegro a Buenos Aires en este tramo de la temporada de la Primera Nacional ya que luego llegarán los viajes al interior del país para ser visitante.

Lesionados en partida doble

Más allá de la satisfacción por haber conseguido el triunfo que tanto se esperaba en San Juan y que fue además en el clásico, para San Martín la preocupación fueron las lesiones.

Es que Marcos Gelabert salió muy temprano del partido por un golpe en la rodilla derecha de Gonzalo Klusener que lo dejó dolorido. En el parte médico hablan de una inflamación de su nervio en esa zona y de la espera para realizar los estudios. Mientras que Marcos Fernández solamente terminó con una molestia muscular que no tendrá consecuencias más severas a futuro.