Entusiasmados con ser parte de la histórica Superfinal entre Boca y River por la Copa Libertadores, una docena de sanjuaninos se subieron a un micro el viernes pasado e iniciaron el viaje hacia Buenos Aires. En el camino recolectaron a mendocinos y puntanos y juntos llegaron a la Capital. Este sábado, 13,30 estaban todos en la tribuna de La Bombonera, viendo cómo el césped se cubría de agua y el cielo parecía caer sobre ellos. Dos horas más tarde, oyeron el sonido del altavoz, el encuentro se había suspendido. Se reunieron y no lo dudaron, se quedarán hasta mañana, con los dedos cruzados esperando ver el show más importante del fútbol.

“Hacía muchísimo frío y era impresionante cómo estaba todo lleno de agua. Ya estábamos ahí y teníamos la esperanza de que dejara de llover y el agua empezara a drenar, pero no pasó. Y era evidente que no se podía jugar así”, relató Gabriel Álvarez, quien es de Buenos Aires pero vive desde hace años en San Juan.

Y agregó que “pensábamos salir de vuelta apenas terminara el partido. Pero por consenso, nos quedamos un día más”.

Tras la decisión de posponer el encuentro, algunos decidieron extender su estadía en el hotel, otros directamente pasarán la noche extra en el micro en el que viajaron. “Yo tengo a mis viejos, acá. Así que, a comer comida de madre de nuevo”, dijo entre risas Gabriel.

Según contó, la lluvia paró y esperan que la cancha esté en condiciones para mañana. “Dicen que puede volver a llover, pero esperamos que no. Qué vamos a hacer, después de la decepción tenemos que cruzar los dedos”.