Carlos Nicolía (23 años) está igual que siempre: flaco y habilidoso. Con su calidad intacta. Igual que sus ilusiones de ir al Mundial de Vigo. Ayer se sumó al plantel del Preseleccionado Nacional que trabaja a diario en la pista del "Cantoni". Recién llegado del Valdagno de Italia, Nicolía entrenó con el grupo que dirige José Martinazzo (ayer no asistió por problemas personales).
Carlitos ya había sido parte de este grupo, jugando la Copa de las Naciones en Suiza. Y es uno de los nombres que eligió el técnico para el ataque argentino.
"Estoy muy ilusionado -dijo Nicolía- y me encantaría ir al Mundial pero sé que el puesto me lo tengo que ganar en éstos entrenamientos. Tuve un buen año en Italia. Terminé como goleador del equipo, aunque me hubiera gustado llegar más allá de las semifinales por el Scudetto".
El delantero del Valdagno, que fue parte del proceso anterior bajo la dirección técnica de Fredy Luz y ahora está entre los preferidos por José Martinazzo aclaró que "ser parte de dos procesos diferentes es gratificante porque significa que para los dos técnicos soy un jugador útil para la selección".
La primera vez tuvo a compañeros más experimentados que él, ahora está con muchos jóvenes. "De los dos se puede aprender. De la experiencia de los grandes y de las ilusiones de los chicos. Lo fundamental es acomodarse a distintas situaciones", cerró el delantero.