Todas las temporadas se apunta a pelear a lo grande, pero este año es diferente. Desamparados celebrará sus 100 años y en Puyuta es una presión extra dar pelea en el nuevo Federal "A" 2019-2020 que comenzará mañana. El Víbora hizo un recambio grande, con nuevo cuerpo técnico y doce refuerzos la misión es una sola: apuntarle al ascenso. 

La dirigencia que encabeza Juan Valiente lo entendió así, estiró un poco más su presupuesto y decidió apostar fuerte. En eso optó por un nombre conocido en el club como Mauricio Magistretti para comandar el barco. El DT mendocino que llevó a Desamparados a coronarse campeón del Apertura 2006, retornó a Puyuta después de 10 años buscando una revancha personal. Lo hará acompañado de Ariel Moyano como ayudante de campo, Juan Ignacio Gramari como preparador físico y Fabián "Tato" González se mantuvo como preparador de arqueros. 

Intentando reforzarse en todas las líneas, sumó a dos arqueros: Emilio Crusat y Juan Martín Boiero. Crusat tiene 30 años y experiencia de sobra: el bonaerense debutó en Chacarita y viene de hacer una gran temporada en Gimnasia de Concepción del Uruguay y será el titular bajo los tres palos en este nuevo Sportivo. El cordobés Boiero a sus 23 años hizo sus primeras armas en Mitre de Santiago y buscará ser una buena alternativa para el DT. En la línea defensiva se reforzó con la experiencia de Pablo Aguilar. El "Sopa" viene de jugar en San Martín en la Primera División pero antes también jugó en Newell"s, Chacarita y Defensa y Justicia. El villamercedino de 34 años apostó por la continuidad en San Juan, en Sportivo encontró su lugar y no quedan dudas que será una pieza clave en el lateral derecho. Mientras que Matías Giammalva fue el indicado para reforzar la zaga central: tiene 33 años y viene de jugar en Sarmiento de Leones; en tanto que en el lateral izquierdo sumó a Nélson Ibarlucea: el chubutense tiene 28 años y llega desde Gimnasia y Tiro de Salta. 

Sportivo aumentó el presupuesto: serán cerca de 2 millones.

El mediocampo es donde más reforzó: sin dudas Leandro De Muner es la pieza con mayor experiencia en este plantel. El volante central surgido en Argentinos Juniors, tiene 36 años y viene de jugar B Nacional con Mitre de Santiago del Estero. Jugó en Primera División y vistió las camisetas de Tigre, All Boys y la del "Bicho" de la Paternal. Por su parte, Ricardo Tapia llegó con la esperanza de tomarse revancha: el tucumano estuvo a un paso de ascender a la B Nacional con San Jorge. Tiene 31 años y cuando esté en condiciones de jugar (debe cumplir dos fechas de suspensión) será clave en el armado de Magistretti. Se sumó también el riocuartense Leandro Céliz: a sus 24 años llega de Estudiantes de Río Cuarto y puede jugar de mediocampista o mediapunta. Mientras que el puntano Diego Farías ya demostró su talento en las prácticas. Tiene 25 años es un volante ofensivo y llega desde San Martín de Mendoza. El mendocino Federico Martín fue el último en sumarse a este armado. El técnico lo conoce de su paso por Huracán Las Heras y el Chacarero, tiene 28 años y llega desde Deportes Vallenar de Chile. 

La falta de gol venía siendo uno de los puntos flojos en los últimos años en Sportivo, que este año buscará romper el maleficio con Martín Abraham: el tucumano tiene 28 años, conoce la categoría y llega desde Juventud de San Luis. En tanto que Matías Montejano tiene 23 años, es riocuartense y llega desde Estudiantes de esa ciudad.

Con esa docena de esperanzas, sumada a la base que quedó del plantel anterior, Desamparados buscará recuperar la chapa de candidato en un año que será especial para todo Puyuta.