Acá no, Luis. Scola no puede ante la fortaleza de la figura española, Marc Gasol. El capitán argentino fue neutralizado en la final.

"Mi compromiso con la Selección es hasta el domingo. El lunes no se qué haré". Luis Scola fue claro todo el tiempo cuando se le preguntó sobre qué pensaba hacer en su futuro con la Argentina. El capitán de este plantel y para muchos el jugador más influyente de la selección en toda su historia (incluso por encima de Ginóbili) deberá tomar una decisión crucial. Para él y el propio combinado que dirige Sergio Hernández. En China demostró su vigencia a los 39 años, pero para ello tuvo que realizar una preparación más que exhaustiva de más de cinco meses. En los primeros tres, sólo junto a un preparador físico que contrató y a un técnico de destrezas (Mariano Sánchez), y en los siguientes 60 días ya sumado al plantel que condujo el Oveja. Resignó tiempo con sus seres más queridos como su esposa Pamela y sus cuatro hijos varones. "Fue un entrenamiento digno de Rocky. De hecho, el segundo apellido de Luis es Balboa", contó en la semana su papá, Mario Scola, quien también se desempeñó en el seleccionado e incluso llegó a ser campeón sudamericano.

Luifa finalizó su temporada en la Liga de China y se instaló en el campo que tiene en Castelli, provincia de Buenos Aires, durante 14 semanas. "Luis es muy testarudo. Se le pone algo en la cabeza y lo hace. No para. Él quería llegar muy bien al Mundial. No pensaba ir a sentarse en el banco o limitarse a dar consejos como un líder. Quería jugar. Y jugar bien. Y para eso sabía que debía terminar de cambiar su juego, ponerse más ágil, más veloz", lo analizó su progenitor al ala-pivot formado en Ferro.

Sus números en el Mundial hablan por si solos con casi 17 puntos de promedio, 7 rebotes, en casa media hora por partido. Cercano a cumplir los 40 años, sin dudas un deportista de otra galaxia.

La pregunta es, ¿tendrá ganas Scola de disputar sus quinto juegos olímpicos? Ganas debe tener el tema es si para alguien tan competitivo como él, lo intentará de nuevo sabiendo lo autoexigente que es. "El primer objetivo era clasificar a los Juegos de Tokio, y el segundo convencer a Scola que siga para disputarlos", graficó el presidente de la CABB, Federico Susbielles. Lo primero ya está, lo segundo, ¿ocurrirá?...


Otra marca
 

Scola alcanzó ayer el récord de mayores presencias en la historia de los mundiales luego de la derrota contra España llegando a las 41 presentaciones, la misma línea que el brasileño Ubiratán Pereira, y dejó atrás a su compatriota Marcel de Souza. A su vez, en el Mundial, Scola terminó como el basquetbolista con mayores triunfos, a pesar de la caída contra los españoles, con 32 y dejó debajo a Pereira (30) y al yugoslavo Drazen Dalipagic (30).

Goleador

716

Los puntos que sumó Scola durante los cinco mundiales que disputó, ubicandose segundo en esta tabla. Durante el torneo desplazó al australiano Andrew Gaze, quien se quedó en 594. Claro que al capitán argentino le serán imposible los 906 del brasileño Oscar Schmidt.

"No es momento de hacer otra cosa que felicitar a España por el gran título obtenido".

"Para nosotros fue un torneo increíble y la final perdida no puede tapar todo lo que hicimos". LUIS SCOLA  Capitán de Argentina

Opinión

Básquetbol y fútbol, distintos sentimientos

Por Walter Cavalli

El viernes, el Seleccionado Argentino de básquetbol le ganó con autoridad y buen juego a su par de Francia, en una de las semifinales del Mundial en China. En San Juan, las calles lucían con total normalidad. No había hinchas festejando en el microcentro. Ni banderas en los autos. Ni griterío en algún lugar. Si fuese el Seleccionado Argentino de fútbol el que hubiera logrado el pasaporte a la final de un Mundial nadie puede dudar que las calles estarían llenas de hinchas pletóricos de felicidad. Es evidente que son sentimientos distintos. Que el fútbol forma parte del ADN de los argentinos. Algo que ningún otro deporte lo puede lograr. Tal vez, acá, en San Juan, el hockey sobre patines apenas se parece.

Pero así como los argentinos se vuelven locos de felicidad por un logro futbolero, también son despiadados en sus críticas. Cuando en el año 2014, el equipo Albiceleste perdió en la final con Alemania, esas críticas fueron muy duras para algunos jugadores. Para el "Pipita" Higuaín, por ejemplo. Para Rodrigo Palacio. Para el propio Messi. Hubo quienes hasta los tildaron de "pechos frío".

Ayer, pese a que la Argentina fue ampliamente superada en la final del Mundial de básquetbol ante España, la mayoría no dejó de reconocer que, lo mismo, los argentinos son héroes por llegar a la final. Está claro entonces. El básquetbol no es el fútbol. Los sentimientos no son iguales...