Lejos, muy lejos de los ostentosos lujos de cualquier futbolista profesional. Cristian Espinosa a sus 26 años ya vivió de todo y conoce muy bien la palabra sacrificio, tanto para ganarse el pan diario como para jugar al deporte que tanto ama y con el club de sus amores. El arquero de Defensores de Boca de Los Berros ya anotó dos goles en el Federal B, uno de cabeza ante Colón y otro de tiro libre a Trinidad. El sarmientino contó el gran momento que vive, de sus sueños con el "Meneize" local y de su rutina diaria en una calera de Sarmiento.


 

-¿Cómo valorás este presente?


-Es algo inexplicable, muy especial porque nunca soñé con esto. Siempre fui arquero, nunca hice goles. Tengo que aprovechar este momento. Mi trabajo es que no me los hagan y ahora estoy marcando.

>


-¿Hay cargadas de tus compañeros?


-Sí... ahora me dicen goleador. Yo siempre les decía que algún día me iba a tocar patear un tiro libre. Ese día el técnico me mandó a cabecear primero y ahí vino el tiro libre que ejecuté. El arquero había acomodado mal la barrera por eso elegí ese palo, cuando da un paso no vuelve ni loco. Y gracias a Dios entró.


-¿Pensás que pueden seguir por este presente?


-Sí, por qué no. Acá hay muchos pibes que juegan bien. Y eso que hacemos un sacrificio enorme porque si bien en el Federal tenemos buen técnico (Ernesto Fullana) nosotros siempre hemos jugado por jugar. Acá los técnicos que hemos tenido eran gente que amaba el club y que quería dar una mano a los chicos. Pero por decirte yo, acá no tengo y nunca tuve un entrenador de arquero. Hago lo que yo sé y lo que aprendí en otros lados.

>


-¿Siempre soñaste con dedicarte al fútbol?


-En realidad juego porque me gusta. Acá en el pueblo tenemos que trabajar para poder vivir. Yo siempre fui minero. Empecé trabajando a los 12 años en una calera y desde ahí toda la vida trabajé.


-Desde muy chico entonces...


-Sí, lo que pasa es que tengo una familia numerosa donde no nos alcanzaba y había que trabajar para ayudar y más yo que soy el mayor de seis hermanos.


-¿Y cuál era tu trabajo a los 12 años?


-Manejaba un camión chico, un Dodge 600. Hoy manejo camiones, máquinas, estoy en la empresa "A. C. Mármoles" y gracias a Dios puedo mantener a mi familia. Entro a trabajar a las 7 y media de la mañana y salgo a las 5 y media y ahí nomás llego a mi casa y vuelo a entrenar hasta las 8. Así que termino muy cansado, llego a cenar y dormir.


-Este sacrificio que hacés, ¿está valiendo la pena?


-Yo creo que sí, porque estoy viviendo un momento único. A mi hijo le preguntan en la escuela, creo que se siente orgulloso de mí y eso me pone feliz.

>


-En ese trabajo de maquinista la pasaste mal... (NdR: colaboró en la tragedia en una calera donde fallecieron dos personas).


-Ese día estaba en una calera ubicada al lado de la que ocurrió el accidente y me ayudaron para colaborar. Fue un momento duro. Todavía me cuesta salir de ese momento. No me había tocado nunca pasar un momento así, antes había colaborado en derrumbes pero los muchachos estaban vivos, esta vez no.


-¿Sos consciente de que arriesgás mucho en tu trabajo?


-Sí, eso lo saben todos en el pueblo. Todos somos conscientes de lo que hacemos: vas a trabajar y no sabés si volvés. Es duro decirlo pero es así. Pero es la fuente más importante de trabajo que hay acá y hay que hacerlo sí o sí.

"Esto de marcar goles no lo soñé. Nunca en mi vida me hubiese imaginado dar entrevistas". Cristian Espinosa - Arquero de Def. de Boca


-¿Qué sueño te ponés?


-Quiero ascender. Daría la vida por ascender a un Federal A con Boca. Sería muy lindo que los niños del pueblo puedan tener algo en un futuro.


EPI. Arquero y goleador. Espinosa se eleva para marcarle a Colón. El arquero, papá de Josué y Tiziana, esposo de Stella e hijo de Adrián y Viviana, pasa por un momento único. Ataja los goles en su arco y marca en el contrario...

>

"Abandoné la escuela a los 14 años. Cuando empecé a manejar el camión a los 12 me sentía como niño con juguete nuevo, dejé todo para hacer eso, para trabajar y colaborar con mi familia. Hasta el día de hoy, que tengo 26, nunca dejé de trabajar".

"En Los Berros todo el mundo está feliz por lo que vive Boca. Sería un sueño poder poner más alto al club y ascender, creo que así los chicos del lugar tendrían un club mejor para que jueguen al fútbol. Acá hay mucho talento, ojalá algún día se nos dé".