Está claro que el buen fútbol anoche por Concepción no apareció. Se tomó descanso. Resultaron 90’ de imprecisiones constantes y con un San Martín que fue más por inercia que por convicción.

Que tuvo en Federico Poggi al hombre orquesta para generar algo distinto en su ofensiva. Y con el siempre seguro Luciano Pocrnjic tapando tres jugadas peligrosas de All Boys. Fue un 0-0 pobrísimo y que generó repercusiones hasta ahora inéditas en este Apertura que transita su 15ta, fecha.

Del lado dirigencial, con el experimentado Adolfo Antuña alegando que “falla el técnico y los jugadores”. Con los hinchas despidiendo con muchos silbidos a los jugadores y al técnico. Está claro que la última posición en la tabla de promedios cambiaron el ánimo de la gente. Parece que el crédito, llamado paciencia, llegó a su final.

Un bostezo fue la etapa inicial. Ni más ni menos que eso. ¿Qué generó San Martín? Un zurdazo de Poggi que Cambiasso desvió al córner recién a la media hora, y al toque, la otra clara de esa parte con un remate débil de Caprari. Después, centros a la olla y un buscar sin sentido.

Equivocando los caminos en todo momento. Teniendo la ansiedad como principal enemigo y con el público, que anoche acompañó en buena medida una vez más, perdiendo de a poco la paciencia. Reclamando más entrega a partir de la popular Norte y multiplicándose casi de forma unánime ese cántico por los otros tres sectores.

La visita, que claramente demostró que era negocio el punto antes de que Laverni pitara por primera vez, tuvo algunas aproximaciones peligrosas para que el capitán sanjuanino se luciera. Primero mediante un zurdazo de Rodríguez que exigió al uno local y a los 27’ cuando Landa fue anticipado por Salom, quien obligó a Pocrnjic a tirarla al córner.

Si alguien pensaba que en el complemento la historia podía cambiar, se equivocó. Nunca le encontró la vuelta San Martín al partido. All Boys se refugió hasta con nueve hombres y los espacios se achicaron por completo. Encima Poggi tuvo que salir por el desgaste extremo que hizo en la parte inicial, cuando al partido todavía le faltaba media hora por jugarse.

Una muestra de la desesperación del equipo tuvo que ver con Landa, quien terminó jugando de volante y por momentos de centrodelantero. No era la noche. Una pelota larga que bajó Penco pudo haber cambiado la historia pero nadie pudo empujarla.

All Boys, por su lado, ni se preocupó por la contra y sólo buscó que el tiempo pasara. Con varios de sus jugadores tirándose al piso una y otra vez. Así llegó el inexorable final con el cero para ambos. Un punto que lo compromete al Verdinegro en su misión de llegar a los 25 puntos en el semestre.