Triunfazo. De esos que se gritan por días. Aunque ahora, con la continuidad frenética de estos Juegos Tokio 2020, sólo pueden gritarse por horas. Porque la próxima meta ya está a la vuelta de la esquina. El Seleccionado Argentino de vóleibol está en eso. Entre festejar a full la victoria impresionante de ayer en cuartos de final y concentrarse en el gran partido de mañana que tendrá por las semifinales.

Lo bueno de todo es que éste grupo de muchachos está bien metido y mentalizado que esto debe ser de a poco. Enfrentando el objetivo inmediato para después soñar con el que viene.

La muestra de todo la siguió dando ayer cuando se dio una alegría enorme al ganarle al poderoso Italia. Eso le sirvió para sacarse una espina que tenía clavada en el corazón. Por fin pudo llegar a las semifinales de unos Juegos Olímpicos. Algo que no pasaba desde Sidney 2000. Hace hace 21 años. Demasiados abriles como para no tenerlos en cuenta.

Ese triunfo conmovedor llegó recién en el tie break. Al final, Argentina le terminó ganando a Italia por 3 a 2, con parciales 21-25, 25-23, 25-22, 14-25 y 15-12.

Los tres sanjuaninos estuvieron en cancha. Bruno Lima como siempre de titular. Federico Pereyra y Matías Sánchez ingresando desde el banco de suplentes. Los tres aportando sus granitos de arena. Especialmente el opuesto Lima, que apareció en toda su dimensión en el tie break, siendo fundamental en la victoria.

Ahora, en las semifinales, Argentina enfrentará a Francia, que le ganó en otro de los cuartos de final a Polonia por 3 a 2 (21-25, 25-22, 21-25, 25-21 y 15-9). El choque será mañana a las 9 de la mañana (hora argentina). Seguro con todos los argentinos pegados a la televisión. Mandándole energía positiva a éstos muchachos que van por la gloria.

Su fuerte. Una de las principales armas del seleccionado de Francia es su bloqueo. Los argentinos ya mostraron que lo pueden superar, aunque deberán estar muy metidos para repetirlo.

Los dos equipos provienen del mismo Grupo clasificatorio. Igual que Rusia (que le ganó 3-0 a Canadá) y Brasil (que venció 3-0 a Japón), que jugarán la otra semifinal. "Para muestra vale un botón", dicen. Es innegable que a la Argentina le tocó el Grupo más complicado. Los cuatro semifinalistas provienen del mismo. Quiere decir que ya se han enfrentado entre sí en estos mismos Juegos. Y los que resulten finalistas también lo han hecho. El tema no deja de ser sorprendente e inédito.

La Argentina perdió 3-1 con los rusos y con los brasileños 3-2. Y le ganó a Francia 3-2.

Eso sí, esos partidos fueron en ronda clasificatoria. Ahora son de otra característica. Tienen otro gusto. Otras sensaciones. De los franceses los muchachos dirigidos por el DT Marcelo Méndez deben cuidarse de los ataques altos por las puntas y por el bloqueo ofensivo de los Galos. Pese a que nunca ganaron alguna medalla en Juegos Olímpicos, los franceses representan una fuerza respetable. De ninguna manera invencible, porque ellos también seguramente están preocupados de tener que medirse con un equipo que les ganó y viene en ascenso como el argentino.

A esta altura no hay tiempo ni siquiera para pensar. Por ahí soñar es lo aconsejable. O tener alguna señal. Porque la vida es así. Provista de señales. Bruno Lima tiene la camiseta número 12. Matías Sánchez la número 1. Federico Pereyra la número 2. Esos son los tres sanjuaninos que sueñan ser números 1 o 2 en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Al menos sus camisetas así lo tienen estampado...