‘Ibamos bien hasta que Ricardo quiso frenar para poner tercera, pero metió el pie hasta el fondo y no pasó nada. Ahí le digo mandalo al cerro, mandalo al cerro, porque si lo hacía volcábamos sobre la ruta y no caíamos. Pero parece que Ricardo se asustó y siguió… agarró una curva, agarró otra y ahí me dijo, cag… ‘Charo’, y nos fuimos… dimos como dos vueltas cuesta abajo en ese barranco de casi 100 metros. Yo estuve lúcido todo el tiempo y creo que nos salvó el mate con hormigón, porque si se desprendía, hubiéramos dado más vueltas con la cabina y nos matábamos’.
Esa conmovedora frase y otras precisiones, las dio ayer a DIARIO DE CUYO vía telefónica Pedro ‘Charo’ Paredes (56) desde una cama del Hospital San Roque de Jáchal, donde ayer se reponía de cinco fracturas: una en la clavícula, tres de sus costillas y otra en la muñeca de su mano, todas del lado izquierdo.
‘Charo’ fue uno de los dos sobrevivientes de ese dramático accidente ocurrido minutos antes de las 8 de ayer a la salida de una curva en el km 270 de la ruta internacional 150, frente al excampamento de la empresa Paolini en Cuesta del Viento, Iglesia.
‘Sé que a uno le prestan la vida pero yo todos los días me encomiendo a Dios y la Virgen, cuando caía nunca pensé en morir’, precisó Paredes.
El otro sobreviviente fue su yerno, Ricardo Olmos (25) ayer internado en una clínica privada de Capital con lesiones de distinta consideración, aunque fuera de peligro, según Paredes.
Olmos y Paredes trabajan para la empresa Terra Construcciones y ayer iniciaban una serie de nueve viajes con cemento (llevaban 6 metros cúbicos) desde Iglesia a una finca de Jáchal, a bordo de un Fiat 619 mixer (mezclador) hormigonero, que ya venía con algunos problemas de frenos, que parecían haberse solucionado en los últimos días, dijo.
Según Paredes, cuando el camión paró en una construcción del campamento, no pudo salir porque se lo impedía un asiento y sólo veía una pierna de su yerno, aunque podía hablar con él porque no había sufrido lesiones graves. Los primeros en auxiliarlos -dijo- fueron unos maestros que iban a dar clases a Iglesia: unos les pidieron tranquilizarse mientras otros llamaban a la ambulancia y a la Policía.
A los minutos, Paredes fue rescatado por el chofer de la ambulancia y el enfermero de Iglesia, y trasladado al hospital de Jáchal, donde prefirió quedarse en lugar de ser trasladado a Capital.
Con su yerno la tarea fue un poco más complicada y fue necesario el trabajo de la Brigada de Emergencias de Veladero (Barrick) y personal de Bomberos de Jáchal (el cabo Hidalgo y los agentes Ozán y Giménes), quienes trabajaron casi una hora para poder sacarlo de entre los hierros.