El juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal) entendió ayer que tres acusados de matar de un puntazo a un chico de 16 años porque creían que le robó $8.000 al abuelo de uno de ellos, no cometieron un homicidio agravado por premeditar el final de su rival. Y consideró en cambio que se trató de un homicidio simple, agravado por la participación de un menor. Así, en lugar de condenarlos por la pena que aceptaban, perpetua, les aplicó castigos menores: 12 años al autor, Enzo Exequiel Caballero (21 años, alias ‘Tuerto’) y 7 años a Sebastián Alejandro Tornello (28, alias ‘Tan’) por participación secundaria. Por este último delito, también declaró responsable a Germán Ezequiel Calvo Herrera (19, alias ‘Culón’) porque era menor al momento del hecho y ahora un juez de Menores resolverá si lo condena o no.

Era menor al momento del crimen.

Fue considerado autor del homicidio de Kevin Díaz.

Sebastián Alejandro Tornello (28). Le dieron 7 años.
La víctima de ese violento episodio fue Kevin Díaz. Tenía 16 años y vivía en el barrio Neuquén con su familia. El día que lo mataron, el 10 de mayo de 2014, había enfrentado y peleado con sus atacantes en dos ocasiones.
Según la acusación, aquella vez Caballero y Calvo Herrera, principalmente, amenazaron con cuchillos a la familia de los Díaz, con expresiones como: ‘Mirá lo que le va a pasar a tu hijo por andar metiéndose en casas ajenas’.
‘Ustedes le han robado $8.000 a mi abuelo y la van a pagar’. ‘Esta noche va a correr sangre’.
Y así fue. Según el expediente, en el segundo cruce de Kevin Díaz con sus atacantes, Tornello lo tomó de un hombro para golpearlo mientras Caballero lo ultimó de un puntazo en el costado derecho del pecho. En ese cruce letal, también quedó involucrado Tornello.
La familia de la víctima siempre negó el robo y dijo que todo fue por viejas disputas. Luego del crimen, la casa de uno los acusados fue incendiada.
Al llegar a juicio, la fiscal Leticia Ferrón de Rago sostuvo la acusación inicial de que el anuncio de los acusados sobre el final de Kevin, configuraba un homicidio agravado por la premeditación de dos o más personas. Y por eso aceptó abreviar el juicio, sin dejar de considerar el crimen como un crimen agravado, castigado con perpetua.
Luego de conocer los motivos por los que el juez Ernesto Kerman modificó la calificación del hecho, la fiscal deberá decidir si pide o no la revisión del fallo ante la Corte de Justicia.
