El abogado defensor Antonio Falcón dijo ayer que analizará con su cliente qué acciones legales seguir. Sus dardos apuntan contra el juez Guillermo Adárvez y pediría que lo destituyan.


Los jueces José Atenágoras Vega, Ernesto Kerman y el subrogante Maximiliano Blejman (Sala II, Cámara Penal) anularon ayer la polémica causa por violación contra la hija de 35 años del exdiputado bloquista Alfredo Castillo denunciada el 3 de abril pasado. Y ordenaron la inmediata libertad de Sebastián Merino (22) procesado y con prisión preventiva, hasta ayer, porque el juez Guillermo Adárvez lo consideró autor de ese delito.

El tribunal ordenó archivar todo el caso porque entendió que debía ser anulado desde la denuncia misma en la Comisaría de la Mujer, donde Castillo figura como denunciante (también su hija) y puso su firma, igual que en el informe del médico que la revisó y constató las lesiones.

Los jueces dijeron que no hay ninguna ‘constancia’ ni declaración de un juez para tener como persona con discapacidad a la hija de 35 años del exlegislador. Y, por lo tanto, tampoco hay una decisión judicial que lo autorice a representar a su hija en sus actos, tal como lo había sostenido el fiscal Carlos Rodríguez cuando pidió anular todo.

Antonio Falcón, defensor de Merino, se mostró más que satisfecho. ‘Analizaremos con mi cliente qué acciones legales seguir, incluso el pedido de destitución del juez (Adárvez). Nunca debió investigar porque son amigos (con Castillo) y esto ocurre nada más que en una justicia amiga’, dijo Falcón.

El letrado había pedido que el juez Adárvez se aparte intervenir por ‘amistad’ con Castillo, desde la época en que el magistrado militaba en el bloquismo. Hasta incluyó como prueba el acta del primer casamiento del juez, en el que Castillo (que dijo no ser amigo de Adárvez) figura como testigo.

Pero el juez rechazó ese planteo porque consideró que la relación de amistad, en términos jurídicos, debía entenderse entre él y la parte interesada y esa parte era la hija, y no su padre.

También había rechazado el planteo del fiscal, porque entendió que la joven es alguien ‘vulnerable’ inscripta en el Registro Nacional de Personas con Discapacidad desde el 7 de abril de 2016 a causa de sus múltiples problemas (bulimia y anorexia primero, drogas y alcohol después) desde hace unos 20 años, al punto de que hoy los profesionales que la trataron dijeron que su diagnóstico es ‘psicosis de origen incierto’.

En base a este argumento, comprendió que Castillo, en los hechos, era el guardador de su hija.

El tribunal analizó todos los reclamos. Y se inclinó por tratar de ‘oficio’ cómo se inició el caso. En ese punto argumentó que la joven debía ser considerada una persona mayor y capaz de actuar por sí misma.

Al anular todo, los magistrados entendieron que ya no cabía analizar los otros reclamos, incluido el de recusación por ‘amistad manifiesta’. Y ordenó archivar las actuaciones.

De todos modos la resolución no está firme.

 

‘Esto es una barbaridad‘


Desde el entorno del exdiputado Alfredo Castillo (este diario no pudo localizarlo) dijeron que al enterarse de la decisión de anular todo, consideró la resolución como ‘una barbaridad‘. El exlegislador ya había dicho públicamente que su hija fue violada y no pararía hasta hacer justicia, pues no entiende cómo pueden ser ‘ignorados’ los informes de médicos, psiquiatras, psicólogos y otros profesionales que trataron a su hija y le diagnosticaron ‘psicosis‘. Como es parte querellante ahora podrá pedir que la Corte de Justicia revise el fallo, dijeron fuentes judiciales.

Si la decisión adoptada por los jueces de la Sala II de la Cámara Penal queda firme, el caso quedará a un paso de la nada al ser nulo todo lo actuado desde la misma denuncia, indicaron.