La casa de los 11 rugbiers detenidos ayer por matar a golpes a Fernando Báez Sosa, de 18 años, en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell todavía tiene los rastros de una noche llena de excesos.

Está ubicada en la calle 203 y cortada. Al cruzar la tranquera hay que recorrer unos 25 metros para llegar a la casa, en medio de una colina con un jardín que la rodea. Cerca de la entrada hay dos autos, uno de ellos de alta gama.

Al costado hay un patio con dos mesas llenas de botellas de alcohol, otras de plástico cortadas y vino en cartón. También hay un colchón tirado. La escena muestra lo que quedó de una noche de descontrol que terminó con un asesinato en plena calle.

En esa "previa" los rugbiers tomaron tres botellas de vodka, una de ron, otra de fernet, dos vinos espumantes y una caja de vino. El lugar todavía está lleno de botellas vacías de diluyentes para mezclar con esas bebidas. También hay decenas de vasos de plástico dispersos por el lugar.

Ayer, las autoridades realizaron un allanamiento en el lugar y encontraron "ropa con manchas de sangre". Además, "muchos tienen marcas en los nudillos, característica de la lucha", dijo Walter Mercuri, de la UFID 8.

"Aún no tenemos identificado al que dio el golpe letal. Hay que analizar las filmaciones para determinarlo. El cuerpo fue trasladado a la morgue. Estos chicos estaban alojados en calle 203 y cortada. Ahí justamente hay un bosque. En la última casa de la 203. Ahora vamos a hacer los cotejos de las zapatillas y manchas de sangre. Tenemos 48 horas para indagarlos", agregó Mercuri.