Una banda conformada por cinco ladrones entró a una finca de Santa Lucía y tomó por asalto a dos adolescentes que fumaban y miraban el celular dentro de la propiedad, los que terminaron pasándola muy mal. A uno le pegaron y al otro le quitaron sus pertenencias y lo dejaron desnudo. Ambos fueron maniatados y atados a unos parrales, mientras que los ladrones escaparon con artefactos de la casaquinta, según denunciaron.

Brian Cortez (17) y su amigo, Alejandro (17), no olvidan más lo que vivieron el lunes a la noche en la finca Nuñez, en callejón Gnecco, al Sur de Libertador. El padrastro de Cortez, Roberto Reinoso, es el casero del lugar y su familia tiene una vivienda a metros de la casa de fin de semana de los dueños de la propiedad.

La familia de Brian se fue a dormir. Su amigo y él, en cambio, se quedaron charlando cerca de un cantero de la casa de los patrones. Eran las 23 cuando aparecieron cinco sujetos que andaban armados y con un cuchillo. "Se cubrían las caras y decían que eran de la Brigada. A mi me dieron unas piñas", contó el hijastro del casero.

Tres de los ladrones llevaron a los adolescentes a los fondos de la finca. A unos 100 metros, entre unos parrales, le ataron las manos y los pies a Brian, le pusieron un trapo en la boca y lo amarraron a un parral con una bufanda. Como el otro chico no quería entregar su celular, los delincuentes lo redujeron, lo robaron toda la ropa y el aparato. A este último también lo maniataron y lo dejaron tirado. "Amenazaron con matarlos. Dicen que uno de los ladrones quería pegarles un tiro", relató Reinoso.

Mientras eso ocurría, otros dos ladrones rompieron una puerta de rejas de la casa de fin de semana y robaron un televisor 29 pulgadas y un microondas. Después se juntaron con el resto del grupo y escaparon por entre los parrales. Pasado unos minutos, Brian pudo soltarse del parral. Y como no lograba liberarse los pies y las manos, se fue a los saltos hasta la casa de su familia. "Llegó gritando. Mi mujer y yo nos sorprendimos. Estaba atado, así que le saqué los alambres. Ahí me contó del robo y nos fuimos a buscar al amigo, que se encontraba en calzoncillos, atado y en el piso. Ese chico estaba muy asustado, y me dijo: llame rápido a la Policía porque van a volver", contó Reinoso.