El juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal) condenó ayer a 10 años de cárcel a un joven angaquero de 34 años, luego de que confesara que durante 7 años abusó de su sobrina, con manoseos, violándola y cometiendo otras depravaciones, como masturbarse delante de la niña. El caso fue denunciado el 13 de mayo del año pasado, cuando una pariente de la menor, entonces de 14 años, la notó extraña y la interrogó. En la investigación se constató que no mentía y su tío quedó seriamente complicado. Tanto, que al llegar a juicio decidió admitir su responsabilidad a cambio de una rebaja de pena. Y así firmó un juicio abreviado con la fiscal Leticia Ferrón de Rago, en el que aceptaba la pena que finalmente le impusieron.