Parece cosa de todos los días. Las estafas telefónicas se suceden, advierten a la población, pero los delincuentes tienen tan aceitada la trama del engaño que siempre encuentran a un o una desprevenida, eso sí, en todos los casos se trata de un adulto mayor.

En las últimas horas se denunció en la Comisaría 13ra un nuevo hecho del tan mentado "cuento del tío". Fuentes policiales indicaron que a un teléfono de en un domicilio del barrio Arturo Illia de Rivadavia es a donde llamaron los estafadores.

Quien atedió fue María Vargas, de 70 años, quien le contó a los pesquisas que recibió un llamado en donde le dijeron que su hijo se encontraba internado y que necesitaban dinero para avanzar con la atención médica, en una charla donde en el tono de voz buscaron preocupar a la mujer. 

Le pedían todo el dinero que tenga a mano y que no corte, que en unos minutos pasaría un hombre en moto a buscarlo. La mujer junto alrededor de 300.000 pesos y se los entregó a quien golpeó su puerta y se identificó como quien había sido enviado para cumplir con el "mandado".

Como era de esperar no había "hijo internado" sino que cuando lograron comunicarse con él contó que estaba bien y en el trabajo. La mujer entró en una crisis de nervios, sabiendo que había sido blanco de un engaño.