
Los casos de abuso sexual contra menores en una de sus modalidades más aberrantes, la violación (acceso carnal, técnicamente), experimentaron un alarmante incremento en las denuncias recibidas en el ANIVI: el doble de episodios desde el último mes de setiembre, según fuentes oficiales. Ese centro integral de abordaje integral para menores víctimas, comenzó a funcionar a pleno desde marzo último y hasta ayer se contaban 300 denuncias, lo que en promedio implica que existe más de un episodio de abuso por día contra un niño (alrededor de 37,5 por mes).
Según el director del ANIVI, Sergio Cúneo, desde marzo las denuncias por casos de abusos contra menores, representaban un promedio de unos 10 hechos por mes en los que hubo una fuerte sospecha de acceso carnal y tuvieron como víctimas, en su mayoría, niñas de entre 9 y 15 años.

"Pero ese porcentaje en los que se presume que hubo acceso carnal, se incrementó hasta unos 20 casos de las casi 40 denuncias que se reciben por mes. En lo que va de octubre se mantiene esa tendencia porque ya hubo 9 denuncias con esa grave modalidad delictiva", dijo el funcionario.
¿Por qué la suba?. "Hubo casos en los que se notó un cierto descuido por parte de sus responsables mayores, pero sería interesante establecer con precisión a qué se debe este aumento para elaborar mejores estrategias de prevención", dijo Cúneo.
"En general, año a año, los meses de septiembre y octubre registran este aumento. Hay un patrón estacional y razones psicológicas que explican esta situación", dijo a su vez la Asesora de la Niñez Patricia Sirera.
El ANIVI surgió de la necesidad de dar respuesta a los múltiples casos de violencia contra menores, sobre todo el abuso sexual. Allí un grupo de expertos se encarga de recibir casi todas las denuncias de la provincia en conjunto con la Fiscalía, las 24 horas del día. Además de motorizar el inicio de la investigación penal para esclarecer el caso y atrapar a los responsables, en el ANIVI se les da contención psicológica al menor víctima y al familiar que lo acompaña. Y también se analiza el entorno ambiental en el que conviven esos niños en riesgo, explicó Cúneo.
El funcionario ratificó además la tendencia de que, generalmente, el abusador es pariente directo o parte del entorno más íntimo del niño víctima.
