Una bebita recién nacida fue salvada de la muerte en un baldío de Famaillá. Había sido arrojada allí por su madre, una joven de 24 años que padece epilepsia y un retraso madurativo, según la directora del hospital de la ciudad.

El parto ocurrió en la madrugada del miércoles, en la misma casa donde vive la joven. A poco de producirse el nacimiento, la mujer tomó a la niña, la colocó dentro de una bolsa arpillera y la arrojó por encima de la tapia hacia un sitio deshabitado.

Buen estado de salud

La criatura logró resistir gracias a una bolsa de arpillera porque “tiene orificios los cuales permitieron que entrara aire y ella pudiese respirar. Ese exceso de calor la salvó”, expresó la directora de la Maternidad, Elena Hurtado.

Al momento de ser trasladada al hospital de Famaillá con la ayuda de sus vecinos, la joven estaba descompensada y cubierta de sangre.

“La bebita tuvo la suerte de caer sobre un montículo de arena, lo que alivió el impacto de la caída y evitó que la pequeña sufriera lesiones graves”, describió el fiscal Jorge Carrasco, de los tribunales de Monteros, respecto del caso de la niña recién nacida en Famaillá que arrojada a un baldío por su madre, quien en principio padece de un retraso madurativo.

El médico Mario Galmez fue el primero en asistir a la parturienta, que había ingresado descompensada a la guardia del hospital de Famaillá.

“Llegó con hemorragia genital. Enseguida advertimos que estábamos ante un aborto o un parto. De ahí que, tras asistirla, fuimos hasta su casa a ver lo que había sucedido con la criatura que alumbró”, contó Galmez.

Allí, el profesional se dio con rastros de sangre que iban desde el dormitorio donde duerme la mujer hasta la tapia del fondo del inmueble. “Al otro lado de la pared encontramos a la bebé, dentro de una bolsa arpillera. Acusaba hipotermia y permanecía aun con el cordón umbilical unido a la placenta” agregó.

Para identificarla en el proceso legal, el Servicio Social registró a la beba con el nombre de Guillermina. que es símbolo de protección y fortaleza.

La criatura nació con 2,8 kilogramos y a pesar de que fue encontrada con lesiones en su piel, los estudios reflejaron un buen panorama médico: “Guille” está en perfecto estado de salud.

Arresto hospitalario

La madre de la criatura se encuentra internada en la Maternidad bajo custodia policial y está siendo analizada por un equipo médico especializado. Mañana será trasladada al hospital del Carmen. Allí recibirá tratamiento psiquiátrico y psicológico, ya que “aparentemente la joven padece un déficit mental y epilepsia”, dijo la directora del centro sanitario.

En busca de familiares

Se espera resolución de la Justicia para determinar dónde vivirá la bebita. Según fuentes de la Defensoría de Menores, “la criatura debería volver a su familia de origen”. Si no hubiera parientes que la reclamaran, la Dirección de Familia “tendrá que buscar otra alternativa”. En caso de no encontrar un familiar, se recurriría a la adopción de la beba.

Fuente: Crónica