Hacia afuera, un vecino más. Puertas adentro, la vida de ese pensionado de 70 años estaba bastante distanciada de las buenas consideraciones. Y se instalaba con holgura en la transgresión: drogas (le hallaron cocaína), la tenencia de un revólver y encuentros sexuales con una niña de 14 años se incluían entre sus pasatiempos alejado de la vista de otros. Hasta que cometió un error y terminó condenado a 6 años de cárcel por el juez de Garantías, Federico Rodríguez, quien consideró probado que violaba a esa niña, a la que, al parecer, drogaba primero.

Todo se supo en los primeros días de junio pasado. Esa vez, un joven que repara computadoras intentaba reparar la que le había dejado el pensionado José Alberto Furnari, cuando se topó con fotos de una menor desnuda; en una de esas imágenes se veía a la misma niña con Furnari, con el torso desnudo. El técnico conocía a esa chica, hermana de un amigo de su amigo. Avisó y aportó también una información clave: si no había luces encendidas en la vivienda, era probable que la niña estuviera adentro.

El 5 de junio pasado, el hermano de la chica constató la ausencia de luces. Corrió hasta una comisaría y dos policías lo acompañaron. Eran alrededor de las 20,30 cuando Furnari abrió las puertas de su casa del barrio Hugo Montaño, Rawson, y permitió que la revisaran. Los uniformados no hallaron la chica en ninguna habitación, pero las cosas se complicaron cuando enfilaron hacia un depósito del fondo y la encontraron escondida en un rincón.

Que había ido a aprender cómo se hacían las aceitunas fue la primera excusa que ensayó esa niña, pero las cartas estaban echadas. En el Anivi, dijo que iba por supuestas tareas de limpieza a la casa de Furnari, que él le invitaba gaseosas o alguna bebida, que se dormía y que entonces ocurrían los encuentros sexuales con ese pensionado.

El fiscal Mariano Juárez Prieto y el ayudante fiscal Rodrigo Cabral (UFI Anivi) sospecharon entonces que la niña pudo haber sufrido violaciones mientras estaba bajo los efectos de los estupefacientes, porque la sometieron a análisis y le detectaron restos de cocaína y marihuana, indicaron fuentes judiciales.

Que Furnari pudo proveerle esas drogas fue una hipótesis fuerte, porque a Furnari le encontraron cocaína en un jarrón (es investigado en la Justicia Federal) y un revólver que pudo haberle traído otro problema más en Flagrancia, pero el arma no resultó apta para el disparo y el caso fue desestimado, indicaron los voceros.

El relato de la niña y otras pruebas complicaron a ese pensionado. Tanto, que en lugar de un juicio común, acordó uno abreviado con Fiscalía a través de su defensor, Roberto Olivera, en el que admitió haber hecho fotos de claro corte sexual a esa niña y, lo peor, haberla violado. Deberá cumplir 6 años de castigo.