Armando David Quiroga Ovalle (27) cayó el pasado martes en Albardón tras intentar robar una moto, pelear con la Policía, apropiarse de un patrullero y quebrar a uno de los efectivos, un increíble raíd por el que se ganó el mote de "Hulk". Sin embargo, ese día mintió al brindar sus datos filiatorios (dijo que se llamaba Francisco Alexis Rosales), pero ahora fue desenmascarado y se descubrió que se trata de un homicida sanjuanino que se fugó de la provincia de Santa Cruz, donde el 31 de marzo del año pasado fue condenado a 19 años y 8 meses de prisión por el crimen de Daniel Gómez, ocurrido en Pico Truncado el 14 de marzo de 2019.

Quiroga Ovalle fue condenado junto a un cómplice llamado Juan González, a quien le aplicaron una pena más leve, de 14 años, por ser "partícipe necesario". En el caso de "Hulk", fue condenado por el crimen de Gómez, pero también por diversos delitos cometidos contra las personas y contra la propiedad. La sentencia de la Cámara en lo Criminal de Caleta Olivia dice que se lo encontró "autor penalmente responsable del delito de robo, robo calificado por uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse, robo calificado por haber sido cometido en poblado y en banda, abuso de armas, amenazas, lesiones leves, daños y lesiones graves; y homicidio calificado por el uso de arma de fuego".

Esos delitos fueron perpetrados entre el 27 de octubre de 2017 y el 14 de marzo de 2019, cuando mató a Daniel Gómez.

EL CRIMEN EN SANTA CRUZ

La Cámara en lo Criminal de la Segunda Circunscripción Judicial de Caleta Olivia, integrada por los jueces Mario Albarrán, Juan Pablo Olivera y Jorge Omar Alonso, consideró probado que la muerte de Gómez ocurrió el 14 de marzo de 2019 a las 6.20 horas, en un domicilio de la calle Gobernador Gregores. La sentencia señala que el hecho ocurrió cuando el sanjuanino Armando David Quiroga Ovalle y su cómplice, mediante la utilización de un arma de fuego, hirieron en el pecho a Daniel Gómez provocándole casi inmediatamente su deceso.

Previo eso, habría existido un altercado con un amigo de la víctima. Tras lo cual al salir Gómez en su socorro, ambos condenados lo acorralaron y "Hulk" Quiroga efectuó un disparo valiéndose de la colaboración de González.

En la versión de los asesinos apareció el tema drogas. Durante el juicio oral, el sanjuanino Quiroga declaró que "en ese momento yo consumía mucho. Soy adicto. Esa madrugada, con Juan Cruz (González) fuimos en un remís a la casa de Daniel Gómez a buscar droga, la cual casi siempre se la compramos a él y a su amigo que prestó declaración el día viernes. El muchacho de Comodoro Rivadavia", dijo. Y agregó: "Llegamos hasta la casa de Gómez (). Nos estaba esperando afuera, no quería entregarnos la droga que ya habíamos pagado. Empezamos a discutir. Repentinamente saca un arma, en ese momento empezamos a forcejear (). Él se zafa, nos apunta y me dispara. Fue en ese instante que yo saqué el arma que tenía en la cintura. Sólo saque el arma y disparé después de que Gómez comenzó a disparar, en defensa propia mía y de González".

Por su parte González, el cómplice, declaró que "ese día el Mendocino (así le decía a Quiroga pese a que es sanjuanino) me pidió que lo acompañe a buscar una droga que le iban a entregar. Lo acompañé en un remís. Cuando nos bajamos no lo conocí al hombre, nunca lo había visto. El Mendocino me pidió que le metiera la mano en el bolsillo al hombre éste, para sacarle la droga. Ellos se pusieron a forcejear (). En ese momento el señor Gómez saca un arma y efectuó un disparo. Cuando yo escuché el disparo me asusté y subí al remís (). Le reprochaba al Mendocino que lo había matado, por qué lo mataste le decía. Lo único que hice fue meterle la mano en el bolsillo", dijo.

Armando David Quiroga Ovalle nació el 5 de agosto de 1995 en Chimbas pero su último domicilio conocido era una casa de alquiler de la calle San Martín al 800, en Pico Truncado. Se había fugado el pasado 7 de septiembre del Hospital Distrital de la ciudad de El Gorosito, donde había sido sometido a un intervención quirúrgica por "hemorroides sangrantes". Ese día a las 7 de la mañana, cuando personal policial se percató de la ausencia del interno, inmediatamente la Dirección de la Alcaidía Penitenciaria de Caleta Olivia comenzó con la búsqueda.

Increíblemente su caída iba a ser de forma absurda, por intentar robar una moto en Albardón.

 EL HECHO EN ALBARDÓN  

Todo ocurrió el martes. Según fuentes judiciales, a eso de las 23.30 desde el Cisem comisionaron a personal policial a la intersección de calles Mitre e Independencia, en Albardón, ya que que un vecino denunciaba que, sobre calle Mitre, una persona con actitudes sospechosas merodeaba la zona y había intentado ingresar a un domicilio, aportando características fisonómicas y de vestimenta. 

Instantes después, a unos 50 metros de allí, pero por calle Independencia al Norte de Mitre, un hombre llamado Luis Antonio Morales advirtió desde el interior de su casa que una persona salía de su garaje, por lo que fue al mismo y se dio cuenta de que le había sustraído su moto, una Honda 125cc. La víctima salió a la vereda y observó a Rosales que caminaba llevando a su costado su motocicleta, por lo que corrió detrás de él y comenzó a increparlo, diciéndole que se la devolviera, a lo que el sujeto se negó, aduciendo que era propiedad de él. En ese momento el damnificado insistió en que le entregara la moto, tomando la misma y pudiendo recuperarla sin violencia, retirándose con el rodado a su domicilio. 

Una vez que dejó la Honda en el garaje, el vecino volvió a salir a la vereda para mirar, momento exacto en que pasó por allí una motocicleta de la Policía, cuyo efectivo se encontraba de recorridas buscando al sujeto denunciado al 911. El hombre le hizo señas y le comentó lo ocurrido, advirtiendo ambos de que se trataba de la misma persona. 

En ese instante se hizo presente una vecina que les manifestó que el sujeto estaba a la vuelta de la esquina, por calle Mitre. Personal policial motorizado se hizo presente en ese lugar, donde entrevistaron a tres sujetos, entre ellos Rosales, quien al ser consultado sobre la sustracción de la motocicleta se ofuscó y emprendió la huida, siendo detenido a escasos metros. 

En ese momento comenzó la "transformación" de Rosales, pues comenzó a lanzar golpes de puño y patadas a los policías, causándoles lesiones. Entonces llegaron refuerzos policiales y lograron la reducción de "Hulk", mientras que los otros dos sujetos treparon a los techos y desde allí arrojaron botellas de vidrio al personal policial, logrando huir. 

Rosales finalmente fue reducido y aprehendido, ingresando esposado a un patrullero. Sin embargo, el hecho no terminó ahí. Es que una vez que llegó al lugar el ayudante fiscal de turno, le comunicó al detenido que quedaba vinculado a un procedimiento de Flagrancia, mientras que se comisionó a personal de Emergencias 107 para que atendiera a Rosales ya que presentaba signos de lesiones en su rostro. 

Mientras se estaba llevando adelante el procedimiento de rigor, el aprehendido no dejaba de proferir insultos y agresiones verbales a los presentes, en especial al personal policial, hasta que en un momento dado comenzó a dar fuertes golpes con su cabeza a la ventanilla trasera derecha del móvil policial, por lo cual un agente identificado como Maximiliano Navarro, que se encontraba al volante del móvil, descendió, dio la vuelta y abrió la puerta trasera derecha, procediendo a bajar el vidrio mientras le decía al sujeto que se calmara. 

Abierta la ventanilla, el policía cerró la puerta y es en este instante que advierte que Rosales se había soltado de una de las esposas, específicamente la del lado derecho. Luego incorporó pasando entre los asientos delanteros y procedió a accionar el cierre centralizado, trabando todas las puertas del automóvil. Una vez que se pasó hacia adelante, se sentó en el asiento del conductor, apoderándose por completo del móvil policial. 

El agente Navarro, advirtiendo la situación, intentó abrir las puertas del lado derecho, pero le fue imposible, por lo que se introdujo de cabeza por la única ventanilla abierta. El móvil fue rodeado por personal policial que le gritaba a "Hulk" que depusiera su actitud. Sin embargo, él aceleró el vehículo, saliendo violentamente marcha atrás, dando un giro de 180º. Pero en el momento en que se aprestaba a llevarse el móvil, la oportuna intervención de Navarro logró frustrar el accionar, ya que forcejeó con Rosales dentro del auto (en ese momento el agente se quebró una muñeca) y logró alcanzar la llave y detener el motor, momento en el que además se abrió el cierre centralizado y permitió a los demás policías proceder a la reducción del sujeto, que no dejaba de agredirlos con golpes de puño y patadas.  

Por otro lado, una vez que Rosales se encontraba en aparente estado de calma, fue trasladado al Hospital de Albardón, donde nuevamente se descontroló, insultando y escupiendo al personal médico, por lo que debió ser trasladado a los calabozos de la comisaría 18º, sin concretarse las curaciones correspondientes.