Aún con la adrenalina encima, Carlos Ceferino Díaz, de 21 años, relata una y otra vez lo que pasó en el Canal Céspedes mientras se bañaba con un grupo de amigos. Y es que no para de lamentarse que no pudo sacar del canal a Matías Araya, quien se fue a refrescar a una zona conocida como "la catarata" y se lanzó: "El agua me lo arrancó de las manos, no lo pude sacar".

Carlos cuenta que este viernes se reunieron con un grupo de amigos para bañarse en el canal, ubicado en Pellegrini a metros de Calle 5. "Donde estábamos era un lugar tranquilo y cuando escuchamos los gritos más arriba fui para sacarlos", explicó con los ojos llenos de lágrimas.


 

El joven pudo salvar a su hermano de 13 años pero cuando quiso agarrarlo a Araya, la fuerza del agua se lo llevó. "No puedo creer lo que pasó", sostuvo Díaz, frotándose los ojos y la cabeza y mostrando los rasguños que tenía en parte del torso y brazo izquierdo.

Matías Araya tenía 20 años, recién cumplidos. Quienes lo conocen expresaron que el 30 de diciembre fue su cumpleaños y aseguran que no sabía nadar por eso es que no entienden por qué se tiró en la zona más complicada del canal.

Por su parte, los familiares no encontraban consuelo y el oficial Olmedo, de la Comisaría 34ta, explicó que debieron calmarlos por el estado de shock que presentaban. Su abuela fue la primera en llegar y luego lo hicieron sus padres.


 

La gente murmuraba lo que había ocurrido pero cuando los amigos vieron el cuerpo del joven, comenzaron los gritos y las corridas en el lugar. Matías llevaba puesto un short anaranjado que fue divisado por los que se apostaron en el cordón de cemento del canal. 

Por el recorrido del agua, se montó un operativo en la usina ubicada en Calle 6 y Chacabuco, en Pocito, donde los uniformados hacían guardia para controlar lo que la corriente arrastraba. Los expertos aseguraron que van a hallar el cuerpo de Araya cuando el nivel del agua baje, ya que el canal tiene una profundidad de al menos 2 metros y un ancho de 6 metros.