Desastre. El fuego se inició en una de las habitaciones de la planta alta de la vivienda y, además de provocar importantes daños, tuvo graves consecuencias para los niños.


Una travesura de niño volvió a desatar el drama para una familia pobre de Rawson. La misma casa que se incendió en febrero de 2016, ardió ayer otra vez. Las consecuencias fueron casi fatales: dos de los niños sufrieron intoxicación por el humo y otro chico, de 5 años, quedó en terapia intensiva por las graves quemaduras que sufrió en el 70 por ciento del cuerpo y el daño en las vías respiratorias.

Anoche, era crítico el estado de salud de Emiliano Chávez (5), quien fue asistido en el área de quemados del Hospital Marcial Quiroga y posteriormente derivado a terapia pediátrica del Hospital Rawson, informó la Policía. Sus hermanos Benjamín (7) y Bautista (3) permanecían en observación en urgencias del Hospital de Niños, pero ya estaban fuera de peligro, indicaron.

El fuego se originó cerca de las 17 en un dúplex de la esquina de Quiroz y Bates en el Bº Buenaventura Luna. Julia Castro, la abuela, contó que ‘uno de los niños dijo que estaban jugando con fuego’ en uno de los dormitorios y eso provocó el incendio en la planta alta. Lo increíble es que Yonathan Chávez (30), el papá, dormía en otra habitación y ni cuenta se dio de lo que pasaba. Al despertarse en medio de todo el drama, desapareció de la casa, aseguraron. ‘No sabemos dónde está. Al hospital no vino’, dijo la abuela.

Melina Salinas, la mamá, no estaba en casa. Y fueron los vecinos quienes vieron el fuego y entraron a la vivienda a rescatar a los tres chicos atrapados en la planta alta. El mayor y el más pequeño fueron sacados casi ilesos, aunque sufrieron principio de intoxicación. Emiliano, el del medio, no tuvo la misma suerte y salió con graves quemaduras en gran parte del cuerpo.

Las pérdidas materiales fueron importantes en las tres habitaciones y el baño del primer piso, lo mismo que sucedió el 15 de febrero del año pasado en la misma casa. Al igual que aquella vez, también fue por una travesura de niño, sólo que en esta última ocasión el siniestro dejó al borde de la muerte a uno de los pequeños.