Que dos empleados de "F1 Neumáticos" lo reconocieran en rueda de personas como el sujeto que acompañaba a "Rolando Evans" (nombre falso) cuando les compró 20 neumáticos para camión, con cheques de pago diferido de "Cereales Bahía Blanca" por $1.157.024. Que se usara su camioneta Peugeot Hoggar para el transporte de esa mercadería. Que en su casa hallaran cinco cheques de pago diferido (también una pistola Bersa calibre 22). Y el hecho de que en su teléfono encontraran mensajes a un tal "Coria USU" pidiéndole cheques de la cerealera "Bahía Blanca", fueron para la titular del Segundo Juzgado de Instrucción, Mabel Moya, pruebas inequívocas de la participación que tuvo el reconocido empresario organizador de eventos Jorge Diez (58) con la estafa que sufrió la sucursal que esa firma tiene en calle Cipolletti, Rivadavia, el pasado 18 de febrero. Los cheques debían convertirse en dinero en efectivo 20, 30 y 60 días después, pero no pudieron cobrar ninguno porque el banco que los emitió tenía la orden de no pagarlos, por extravío.

Por esa razón la magistrada lo procesó por el delito de estafa, y aunque no le impuso prisión preventiva, el empresario tuvo que acreditar una fianza real de 3 millones para poder recuperar su libertad, indicaron fuentes judiciales.

Lo que en la investigación no se pudo acreditar con mayor certeza fue la participación de Jorge Diez en el fraude sufrido por otra casa de venta de neumáticos, Pehuén, en Rawson, ocurrida apenas unos días antes del perpetrado en "F1 Neumáticos".

En Pehuén, también se presentó "Rolando Evans" el 10 de febrero pasado, y con cheques diferidos a 30 y 45 días se llevó 12 neumáticos por $840.000. Este sujeto, cuyo nombre real se desconoce porque el DNI que aportó para el negocio pertenece a Nicolás Humberto Brandán, también llegó acompañado de otras personas, y aunque hubo indicios para sospechar que Diez pudo ser uno de ellos, los empleados del local no identificaron en rueda de personas a Diez. Por esa razón la jueza dictó la falta de mérito de Diez, lo que no lo desliga por completo, pues sigue vinculado a la investigación.

En su defensa, el empresario, que también dijo ser periodista, aseguró que nada tenía que ver con los delitos que le imputaban. Según voceros judiciales, declaró que a causa de la pandemia se quedó sin trabajo "en la televisión, en mis empresas y en la facultad". Y que por eso, en agosto o septiembre de 2020, había conseguido empleo en la inmobiliaria "Tres Marías", empresa a la que le prestaba su camioneta Peugeot Hoggar para el trabajo diario, manejándose él en un auto de esa firma.

Sobre Diez también pesa una investigación en el Tercer Juzgado de Instrucción, por otro fraude millonario contra un banco .

  • Una estafa de casi 4 millones a un banco

La otra causa que tiene en la mira a Jorge Diez surgió a raíz de una denuncia del banco Supervielle en el año 2016. Los hechos ocurrieron entre octubre y noviembre de 2015, involucraron a por lo menos 14 personas (incluido Jorge Diez) y le reportaron a los bolsillos de los estafadores $3.784.722.

El principal sospechoso de ese fraude es el contador Víctor Alberto Zárate. A él se le atribuye haber sido el mentor de simular, ante varios bancos, una buena situación patrimonial con registro en la AFIP de los involucrados (algunos no llegaban ni a la categoría básica de monotributistas), para que los aceptaran como clientes. Cuando los aceptaban como clientes, libraban cheques de pago diferido en su cuenta corriente, el banco depositaba la suma requerida y los sospechosos extraían ese dinero antes de que el tenedor del cheque (usualmente uno de los mismos implicados) se presentara a cobrarlo.

Esa investigación está radicada en el Tercer Juzgado de Instrucción, donde aún esperan un informe de la AFIP sobre los presuntos involucrados, indicaron voceros judiciales.