La familia de Carla Soggiu, desaparecida el martes luego de activar dos veces el botón antipánico en el barrio porteño de Pompeya, reconoció ayer por un tatuaje y un piercing el cuerpo hallado más temprano en el Riachuelo, aunque se espera la realización de una autopsia para confirmar su identidad, informaron fuentes policiales.

Los voceros señalaron a Télam que los padres de la víctima reconocieron el cadáver de su hija a través de fotos que les mostraron el fiscal a cargo de la investigación, César Troncoso, de la Fiscalía Criminal y Correccional 55 porteña, y la policía.

Los primeros indicios indicaron que el cuerpo de la joven de 28 años no tenía signos de violencia y que habría muerto ahogada pero recién al cierre de esta edición comenzaba a practicarse la autopsia correspondiente para establecer fehacientemente los motivos del fallecimiento.

Verónica, la mejor amiga de Carla Soggiu, expresó al canal de noticias C5N sentirse "muy indignada" al no entender "por qué demoraron tanto en buscarla, si había que buscarla desde el momento uno".

"Hipótesis hay muchas, lo que queremos ahora es justicia, y que el que hizo esto, si es que alguien lo hizo, que lo pague", señaló la mujer.