La víctima, Jonathan Emanuel Pérez. Su tía lloró al contar que los vecinos se las arreglaron con papel crepe para hacerle una corona que le llevaron al cementerio.

Una tía del joven de 17 años asesinado el domingo de un cuchillazo en el corazón en La Bebida, Rivadavia, aseguró que "fue por un problema de marca de territorio, por quién manda más. Cuando se juntan uno quiere ser más cacique que el otro", y negó un ajuste de cuentas. Mientras ayer la familia y los amigos de Jonathan Emanuel Pérez le daban el último adiós, la Policía seguía buscando a Gustavo "El Quija" o "Diablo" Brizuela (20), el presunto homicida, quien había salido hace un par de meses del Penal. "Tiene que haber un control para los pibes que salen del Servicio Penitenciario, tendría que haber un seguimiento para estos chicos", lanzó Patricia Oroño (49).

Brizuela integra la familia conocida como "Los Diablos". "Son muy problemáticos. Pero los Diablos viejos, los de antes, tenían códigos. Los de ahora, no", dijo al respecto.

Pérez era el quinto de 7 hermanos (dos fallecidos) y trabajaba en la cosecha y en el horneado de ladrillos. "No era de meterse en líos, era un pibe tranquilo. Como todos tenía su revoltura en su cabeza, pero tenía un buen corazón", lo describió entre lágrimas.

El crimen ocurrió a las 6 del pasado domingo, en el barrio Bernardino Rivadavia. Al parecer, Brizuela quiso quedarse a beber con un grupo, pero lo corrieron y luego volvió para matar a Pérez.